CARTAGENA. "Si te digo la verdad, estamos muy contentos. Hemos necesitado mucho tiempo y muchas gestiones, pero al final lo hemos conseguido", así se manifestaba Francisco López, vecino del paraje cartagenero de Los Chaparros, a los pies del Parque Regional de Calblanque, que se congratulaba por la retirada de cientos de kilogramos de tubos de amianto que finalmente han sido retirado por las administraciones tras las denuncias de los vecinos, los partidos políticos de la oposición y los medios de comunicación.

Hace tan solo unos meses el propio Francisco acompañaba a periodistas de Murcia Plaza para ver el despropósito causado por años de dejadez de las administraciones.  Cientos de tubos de fibrocemento apilados en una nave abandonada -propiedad de Potalmenor -antiguo gestor del servicio de aguas de La Manga- y que ponían, tanto por el aspecto ruinoso de los almacenes como por la peligrosidad de los materiales, en grave riesgo a las personas que por allí se acercaban.

Durante cerca de diez días, varios camiones de una empresa encargada en la recogida de este tipo de material se han encargado de retirar y aislarlo y trasladarlo hasta su planta.