CARTAGENA. Un año casi de pandemia da para mucho: hemos pasado de la estupefacción, al shock, incertidumbre, preocupación, impotencia y miedo, pero también nos hemos dado cuenta, en todo este tiempo, que la vida sigue, que el trabajo continúa, las empresas tienen que seguir caminando y que la tierra no ha entrado en colapso. ¿Quién dijo miedo?
No vamos a obviar lo que se ha vivido: cada día del año pasado se vieron obligadas a cerrar más de un centenar de empresas, en concreto, 122 compañías desaparecieron a diario de los registros de la Seguridad Social, hasta 44.759 firmas en el conjunto de un ejercicio desastroso para la economía española. Tras este desplome, diciembre se saldó con 1.295.656 empresas, un nivel que no se observaba en un balance anual desde finales de 2015.
Qué hacen o qué pueden hacer los empresarios: readaptarse a contrarreloj, no les cabe otra situación que ser volubles, para buscar la senda por la que consigan mojarse menos del chaparrón que les está cayendo. Algunos han sucumbido por el camino, no todos, porque en el 'adn' del empresario existe ese dogma que dice que solo se alcanza el éxito tras fracasar una y otra vez y volverse a levantar.
Bien lo saben aquellos que están al lado de los empresarios y los emprendedores en estos durísimos momentos. La Asociación de Jóvenes Empresarios de Cartagena y su comarca es un buen termómetro, que pulsa el estado tanto de las firmas emergentes como de otras que están consolidadas, pero que en todas ellas prima la necesidad de analizar el panorama, definir sus actuaciones, buscar la liquidez precisa para mantenerse a flote y readaptarse para no perder el tren de la competitividad tan necesario para seguir sobreviviendo.
"Nos llegan emprendedores a diario. No todo está perdido, es duro, pero nadie ha tirado nada por la borda", dice Marisol García, presidenta del colectivo empresarial cartagenero que aúna a más de 150 empresas del municipio.
Reconoce la dirigente que todos llegan con una idea que pretenden convertir en realidad, a sabiendas de que esta situación no tiene nada que ver con la de hace ahora justo un año. La tendencia, por tanto, ha cambiado, condicionada por otras circunstancias muy diferentes. Los emprendedores miran más al sector tecnológico, "porque la covid-19 nos ha hecho avanzar en un año lo que en otra situación habríamos tardado diez". Teletrabajo, digitalización, etc... Nacen ciertas necesidades que antes no existían y este sector tiene las respuestas: "desde cómo fichar desde casa, a cómo te llevamos la compra a tu domicilio, por citar un par de casos. Estos servicios, que antes no eran tan necesarios, ahora son muy demandados. Se ha abierto un nicho de mercado que antes no veíamos con tanta claridad", añade Marisol.
Cinco jóvenes empresarios y empresarias, cinco firmas y cinco proyectos bien diferentes en Cartagena que han capeado el temporal, sorteando las embestidas de esta doble vertiente de la crisis explican a Murcia Plaza cómo han manejado sus propuestas para no naufragar: especialización, adaptación, formación, consejo especializado, teletrabajo, paciencia y confianza. Estas son sus experiencias personales.