VALÈNCIA. Sombras, atmósferas inquietantes y espacios liminales se introducen mediante elementos divisorios como espejos, ventanas y puertas que, junto a texturas como el vidrio, el humo y la lluvia, enmarcan indicios de carácter que refuerzan la inquietud de las imágenes. Instantes de sugestión estimulan al público a completar las narrativas fragmentadas mediante una proyección de sí mismo en la escena. Invirtiendo la reacción del público, fotografiar se convierte para el artista en un refugio en el que encontrarse consigo mismo y avivar sensaciones de soledad; se convierte así tanto en observador como en observado, su trabajo exterioriza un autorretrato sin rostro.
JOAQUÍN LUNA (Murcia, 1992) Reside en Murcia y Madrid. Tras formarse en la Escuela de Arte de Murcia en la modalidad de Fotografía, realizó prácticas en la escuela de especialización fotográfica La Máquina, ubicada en Madrid. Creador impulsivo de mirada dramática, su obra está formada por imágenes que funcionan como esbozos de su percepción del mundo, un mundo que, más que bello o estético, quiere presentarlo profundo.
El fotógrafo Joaquín Luna (Murcia, 1992) ha participado hasta este fin de semana en el festival Imaginaria de Castellón, que organiza la Universidad Jaume I. Luna ha presentado su serie Sombras, en la que trabaja desde hace unos años desarrollando un conjunto de narrativas fragmentadas en las que el propio autor se autorretrata sin desvelar su rostro.
Joaquín Luna vive a caballo entre Murcia y Madrid. Tras formarse en la Escuela de Arte de Murcia en la modalidad de fotografía, realizó prácticas en la escuela de especialización fotográfica La Máquina, en la capital del Estado. “Creador impulsivo de mirada dramática, su obra está formada por imágenes que funcionan como esbozos de su percepción del mundo, un mundo que, más que bello o estético, quiere presentarlo profundo”, tal y como es definido en el texto introductorio a la exposición que se ha exhibido durante más de un mes en la sede del Colegio de Arquitectos de Castellón.