MURCIA. Liwe, la empresa murciana propietaria de las tiendas de ropa Inside, tiene que afrontar una deuda de 68 millones de euros si quiere evitar el concurso de acreedores, según comunicó la propia compañía al Juzgado de Lo Mercantil número 3 de Murcia, que es el que gestiona su caso.

En concreto, notificó un importe pasivo total de 67.930.819 euros cuando se acogió el pasado 21 de abril a un proceso de reestructuración de la sociedad, lo que se conoce como preconcurso de acreedores. Al fin y al cabo, la firma textil debe ahora llegar a un acuerdo con las entidades de crédito en un periodo de tres meses.

Esta fórmula resulta de interés porque durante este periodo la compañía puede continuar operando con total normalidad, pues "la totalidad de bienes y derechos propiedad de la compañía son necesarios para el normal desarrolla de su actividad", tal y como especifica el decreto que comunica el inicio de las negociaciones al que ha tenido acceso Murcia Plaza.

"La comunicación de apertura de negociaciones o la homologación de un plan de reestructuración procederán cuando el deudor se encuentre en probabilidad de insolvencia, insolvencia inminente o insolvencia actual", destaca el documento.

El juzgado especifica que tres meses después de iniciar este procedimiento, Liwe deberá haber alcanzado un plan de reestrucuración o se verá forzada a declararse en concurso de acreedores. Así pues, la empresa murciana tiene hasta el 21 de julio como fecha límite, aunque se contempla una prórroga de otros tres meses adicionales.

Liwe ya anunció a comienzos del mes de abril "negociaciones avanzadas" con el conjunto de su 'pool' bancario para reestructurar la deuda existente y establecer un plan de refinanciación que permita la continuidad de su actividad en las condiciones en que ésta se ha venido desarrollando hasta la fecha.

Según esta compañía, la entrada en preconcuso forma parte del plan estratégico de transformación y consolidación financiera que está en marcha en estos momentos y asegura que "es coherente con sus objetivos". En consecuencia, su intención en  fortalecer la estructura de capital y garantizar la continuidad de sus operaciones y compromisos asumidos, especialmente con proveedores, clientes, empleados y entidades financieras.

Además, este proceso también tiene como finalidad "preservar el valor empresarial y operativo de la compañía" y facilitar un marco legal que propicie una negociación eficaz con sus acreedores. De esta forma, espera que contribuya a alcanzar un acuerdo de reestructuración que "asegure la viabilidad del proyecto empresarial a largo plazo".