MURCIA. La vendimia de la Denominación de Origen Protegida (DOP) de Jumilla ha recolectado cerca de 49 millones de kilos de uva que han cumplido con los requisitos del pliego de condiciones del Consejo Regulador. Se trata de un ligero incremento de un millón de kilos respecto a la campaña anterior, tras los últimos tres años de sequía extrema, para iniciar un período de recuperación de los viñedos, gracias a las esperadas lluvias que vinieron durante la primavera.
El ciclo comenzó con un invierno tranquilo y una primavera generosa en lluvias. Las viñas, que venían agotadas de los años anteriores, recuperaron parte de su vigor. Marzo fue especialmente favorable con lluvias continuadas y generosas, que devolvieron el equilibrio a la viña.
La mala noticia, en el mes de mayo con episodios de granizo, siendo especialmente grave el del 10 de mayo, que causó daños en gran parte de los viñedos situados en el sureste de la Denominación de Origen Protegida Jumilla, afectando a más de 4.700 hectáreas de viñedo.
En el resto del viñedo, la evolución fue constante y armónica, con un mes de julio fresco que hizo que el ciclo vegetativo siguiera los tiempos normales. Sin embargo, el ciclo se aceleró a comienzos de agosto, una intensa ola de calor, que se instaló durante más de dos semanas, con varios días consecutivos por encima de los 40 °C. Este cambio brusco de temperatura aceleró la maduración adelantando las vendimias prácticamente por toda la DOP. A pesar de la rapidez, la vendimia transcurrió con calma y sin sobresaltos. La uva llegó a bodega en excelente estado sanitario, con madurez completa y buena concentración.
Alegría muy contenida en la zona, dado que nuevamente los rendimientos medios fueron muy bajos, inferiores a 2.000 kg hectárea, que sitúa a esta denominación con rendimientos de los más bajos de España y también del mundo.
La Monastrell, que sigue siendo la variedad más recolectada en la DOP Jumilla, con más de 28 millones de kilos, ha respondido muy bien, manteniendo su equilibrio habitual. Las variedades blancas han tenido una vendimia más rápida, prácticamente adelantada en bloque. La Syrah, bastante adaptada a nuestros suelos y clima, ha ofrecido un comportamiento estable y una buena maduración. La Cabernet Sauvignon ha llegado muy madura y sin rastro de piracinas. La Garnacha Tintorera ha madurado pronto, lo que le ha dado quizá algo menos de intensidad de color, aunque con un perfil aromático y gustativo muy bueno.
Elena Pacheco, gerente de Bodegas Viña Elena, quien iniciaba su vendimia de Monastrell el día 20 de agosto, en el paraje Marín, uno de los situados más al sur de la DOP Jumilla, recuerda esta campaña como “Una campaña que nos ha recordado lo esencial: estar presentes en el campo, observar con atención y decidir con rapidez”, y asegura que “la uva llegó a bodega en excelente estado sanitario, con madurez completa y buena concentración”.
Desde la parte más alta y al norte de la Denominación de Origen, el gerente de la Cooperativa Santiago Apóstol de Montealegre del Castillo, Eloy Sánchez, comenta: "Esta campaña nos deja sensaciones claras y un ambiente especial. En conjunto, van a ser vinos frutales, con estructura, sabor e intensidad. Una añada interesante, con concentración y un carácter que refleja bien el tipo de verano que hemos tenido. Merece la pena decir que los vinos vienen con personalidad y con una expresión limpia y directa, de las que gustan desde el primer momento.”
La Denominación de Origen Protegida Jumilla posee una tradición vitivinícola que se remonta a los restos de vitis vinifera – junto a utensilios y restos arqueológicos – hallados en Jumilla originarios del año 3.000 a.C., siendo los más antiguos de Europa.
La zona de producción, en altitudes que varían entre los 320 y 980 metros y surcada por sierras de hasta 1.380 metros, la delimitan, por un lado, el extremo sureste de la provincia de Albacete, que incluye los municipios de Hellín, Montealegre del Castillo, Fuente Álamo, Ontur, Albatana y Tobarra; por el otro, el norte de la provincia de Murcia, con el municipio de Jumilla. Más de 20.000 hectáreas de viñedo, en su mayoría de secano, y en vaso, ubicado sobre suelos predominantemente calizos.
El total de viñedo viejo en la DOP Jumilla supone más de 20% de la superficie, siendo la variedad Monastrell la mayoritaria (el 90% de la viña vieja). Se estima que gran parte de esta viña vieja está plantada a pie franco, al menos 1.000 hectáreas, destacando que el 89% es Monastrell, 6% Airén y 3% Garnacha Tintorera.
Las características climáticas, con escasas precipitaciones que apenas alcanzan los 300 mm al año y las más de 3.000 horas de sol permiten unas condiciones idóneas para el cultivo ecológico, mayoritario en esta denominación de origen.