MADRID (EP). El Gobierno ha planteado a los agentes sociales un nuevo marco regulador para compatibilizar trabajo y pensión en el que, para cobrar el 100% de la pensión, se necesitarán al menos cinco años en activo tras el cumplimiento de la edad ordinaria de jubilación, según el documento presentado a sindicatos y empresarios en la mesa de diálogo social sobre pensiones al que ha tenido acceso Europa Press.
Se trata de una propuesta inicial para la reforma de la denominada jubilación activa, la que permite compatibilizar pensión y trabajo después de la edad ordinaria de jubilación, que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones quiere negociar con los agentes sociales.
En su propuesta sobre esta modalidad, el Gobierno mantiene la necesidad de demorar al menos un año la jubilación para poder compatibilizar el retiro con la pensión y se elimina la incompatibilidad con el complemento de demora, así como la exigencia de una carrera de cotización completa.
Una vez se produzca el retraso en la jubilación, generando el derecho al complemento de demora que introdujo la última reforma de pensiones para incentivar jubilaciones más tardías, se propone que el porcentaje de pensión a percibir por el jubilado que se mantenga en activo vaya subiendo gradualmente, en función del tiempo en que demore su marcha del mercado laboral.
Así, el Gobierno plantea que, tras un año de demora, el trabajo sea compatible con el 30% de la pensión; con dos años se percibiría el 40% de la pensión correspondiente; con tres años, el 50%; con cuatro años se cobraría el 75%, y con cinco años o más en activo se generaría el derecho a percibir el 100% de la pensión.