CARTAGENA. El Circuito de Velocidad de Cartagena ha cerrado de manera cautelar tras una decisión voluntaria por parte de sus propietarios. Según informó la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, esta medida permitirá que los técnicos municipales analicen la nueva información aportada por la empresa en su intento de obtener la licencia necesaria para continuar con sus operaciones. "Los propietarios han decidido el cierre voluntario para darle un tiempo a los técnicos a que puedan analizar la información de última hora que han presentado", señaló Arroyo en su intervención pública.

Desde 2021, el circuito ha enfrentado problemas legales derivados de una denuncia presentada por los vecinos ante la Fiscalía. A raíz de esa denuncia, el Ayuntamiento emitió un decreto de cierre que, finalmente, no se ejecutó gracias a la implementación de medidas correctoras que permitieron la continuidad de la actividad, pero que, con el tiempo, se han incumplido. "Esas medidas se han incumplido", reiteró la alcaldesa, explicando que el Ayuntamiento ha decretado en varias ocasiones el cese de la actividad debido al incumplimiento de las medidas preventivas para garantizar tanto la seguridad de los usuarios como el descanso de los vecinos.

A pesar de los esfuerzos de la actual propiedad por regularizar la situación del circuito, los planes y documentación presentados hasta la fecha han sido considerados insuficientes por parte de los técnicos municipales. "Los planes de la empresa habían resultado insuficientes, eran demasiado genéricos, y los técnicos entendían que las medidas correctoras y cautelares no se estaban cumpliendo", explicó Arroyo. En los últimos días, la propiedad ha vuelto a entregar nueva documentación, la cual está siendo evaluada.

Arroyo destacó la importancia de esta infraestructura para la economía y el turismo de Cartagena, subrayando que el Circuito de Velocidad es un motor económico que, además, fomenta el deporte. "Para el Ayuntamiento de Cartagena esta infraestructura es imprescindible. Todos sabemos la importancia que tiene el circuito de velocidad, el impacto económico que genera y lo importante que es para nuestro turismo y el deporte", aseguró.

Sin embargo, la falta de licencia es un obstáculo que no puede ser ignorado. La alcaldesa fue tajante al respecto: "El circuito de velocidad no tiene licencia. Y quienes tenemos responsabilidades públicas tenemos que ser responsables", insistiendo en que tanto los propietarios como el Ayuntamiento deben velar por la seguridad de los usuarios y el cumplimiento de las normativas.

Arroyo expresó su gratitud a los propietarios por tomar esta decisión: "Agradezco que la hayan cerrado de manera cautelar, porque si no, al final, el Ayuntamiento iba a tener que aplicar también ese cierre. Y es mejor que sea voluntario, es mejor que sea cautelar".
 Si las medidas correctoras propuestas cumplen con las exigencias municipales, el circuito podría reabrir con licencia en breve. De lo contrario, la propiedad deberá seguir proporcionando información adicional hasta que se garanticen todos los requisitos necesarios. Arroyo concluyó su intervención enfatizando la importancia de no poner en riesgo la seguridad de los usuarios ni el descanso de los vecinos: "Lo que no podemos poner en peligro es la seguridad de los usuarios, y lo que no podemos es seguir manteniendo una actividad que incumple medidas correctoras y que no tiene licencia".