MURCIA. Carlos Alcaraz Garfia busca en casa seguir adaptándose a la pista dura de cara a los exigentes retos a los que se enfrentará a partir de la próxima semana y, tras entrenar en La Manga Club, optó por continuar su preparación en la Real Sociedad Club de Campo, en El Palmar, su localidad natal y a la que vuelve cada vez que el apretado calendario de la ATP se lo permite. No estará mucho tiempo allí pues el lunes volará hacia Estados Unidos.
El joven tenista murciano, quien a sus 22 años es el segundo jugador del mundo por detrás del italiano Jannik Sinner, pasa esta semana en la Región tras haber disfrutado de unos días de vacaciones en Cádiz y Sevilla. Primero en la diputación cartagenera de Los Belones y desde este miércoles en el conocido como Tiro de Pichón, donde dio sus primeros raquetazos siendo un niño, el pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López entrenó sobre el tipo de superficie que se encontrará en el Masters 1.000 de Cincinnati, que se celebrará del 7 al 18 del mes de agosto; y posteriormente en el Abierto de Estados Unidos, cuarto y último Grand Slam de la temporada y que se desarrollará del 24 de agosto al 7 de septiembre en Nueva York.
Habiendo dejado atrás la temporada en tierra batida, en la que conquistó los títulos de los Masters 1.000 de Montecarlo y Roma y el de Roland Garros, y la de hierba, en la que se llevó el ATP 500 de Queen's y fue subcampeón en Wimbledon, Alcaraz retomará la competición sobre cemento, terreno en el que logró el primer entorchado de la temporada, el del ATP 500 de Rotterdam, a comienzos de febrero.
El objetivo prioritario del español es llegar en el mejor estado de forma posible a Flushing Meadows, torneo en el que aspira a ganar por segunda vez tras haberlo hecho en 2022 con su triunfo ante el noruego Casper Ruud por 6-4, 2-6, 7-6 (1) y 6-3. Allí el palmareño, que la pasada campaña cayó en segunda ronda -perdió de forma sorprendente e inapelable frente al neerlandés Botic van de Zandschulp por 1-6, 5-7 y 4-6-, podría recuperar el número 1 de la ATP al que accedió por primera vez hace tres años justamente con su triunfo en el US Open.