MURCIA. Exhibición para vencer por aplastamiento y llegar a las semifinales de Roland Garros. Carlos Alcaraz Garfia doblegó al estadounidense Tommy Paul, al que endosó un 6-0, 6-1 y 6-4 en apenas 1 hora y 34 minutos de un partido en el que el murciano se mostró demoledor. Su siguiente obstáculo será este viernes a las dos y media de la tarde el italiano Lorenzo Musetti en busca de la final en París, donde defiende el título de momento con mucha solvencia.
El de El Palmar, quien a sus 22 años es el segundo tenista del mundo por detrás del italiano Jannik Sinner, tenía enfrente a un rival de 28 al que se había enfrentado seis veces, de las que se impuso en cuatro, la última en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024, en la misma pista Philippe Chatrier en la que se cruzaban diez meses y dos días después. Entonces, el resultado fue un 6-3 y 7-6 (7) y Alcaraz conseguía su tercer triunfo consecutivo frente al de Nueva Jersey. Ya son cuatro y ahora el cara a cara arroja un 5-2.
El murciano comenzó el partido en modo ciclón. Ganó su primer saque en blanco, luego rascó al resto -lo hizo en la cuarta posibilidad de break que tuvo en el segundo juego- y siguió llevándose el servicio con autoridad para establecer el 3-0. Fue a por más y lo encontró haciendo buena la siguiente opción de ruptura que tuvo. Otro servicio que se llevó sin conceder nada valió el 5-0 y completó un set magistral con el rosco después de media hora de neta superioridad. El 32-16 de puntos ganados lo atestiguó, también el hecho de que dispuso de siete bolas de quiebre -materializó tres- y no dejó que su rival tuviera ninguna.
El norteamericano, que es el duodécimo jugador del mundo -llegó a ser el noveno a finales del pasado mes de enero-, tenía que reaccionar y el segundo parcial lo comenzó con más brío. Tuvo un 0-30 a su favor, pero CA reaccionó de inmediato con cuatro puntos seguidos que le hicieron mandar también desde el arranque en esa manga.
Paul, al octavo intento y tras 37 minutos dando raquetazos, logró su primer juego para establecer el 1-1 y además en blanco. Sin embargo, el pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López, con un tenis muy solvente, sin fisuras, replicó del mismo modo para llegar al 2-1 y, a continuación, logró otra ruptura con la que encarrilaba aún más su camino hacia semifinales.
El palmareño estaba absolutamente intratable y siguió llevándose sus turnos de saque con holgura (4-1). Su derecha le corría mucho y las dejadas eran incontestables para un rival que tenía poco que hacer, la verdad.
Carlos Alcaraz decidió vencer por aplastamiento y, haciendo daño al resto, amplió la ventaja para cerrar el set con el 6-1 después de otros 23 minutos.
El norteamericano, tras ir un rato al servicio y despejarse, volvió a la pista con otra cara. De hecho, se llevó su primer saque en la manga -tuvo que levantar otras cuatro bolas de break en su contra para ello- y apretó lo que no había apretado hasta entonces. En todo caso, Alcaraz siguió firme y el set transcurrió sucediéndose las igualadas (1-1, 2-2, 3-3 y 4-4 sin que volviera a aparecer otra opción de ruptura a favor de cualquiera de los dos contendientes).
El español esperó su momento para sentenciar y en el noveno juego consiguió el quiebre que le hacía falta, el sexto en el partido, para conseguir el 5-4. Lo siguiente debía ser confirmar ese paso echando la pelota al aire y así sellar el billete para semifinales. Es justamente lo que hizo rematando con un derechazo de esos tan suyos y tras otros 41 minutos de un encuentro en el que el puntaje fue un desequilibrante 91-51.
Los 15.000 espectadores que llenaron las gradas de la pista central del estadio Roland Garros disfrutaron con la exhibición del vigente campeón, que ya en semifinales se enfrentará a Musetti, de 23 años, séptimo en la clasificación ATP -es su mejor ranking- y que superó al estadounidense Frances Tiafoe por 6-2, 4-6, 7-5 y 6-2. El de Carrara jugó seis veces frente a Carlos y, tras ganar en la primera de ellas, cayó en las cinco siguientes ante un Alcaraz que en este 2025 ya venció al transalpino en dos ocasiones y ambas en tierra batida. Fue en la final del Masters 1.000 de Montecarlo remontando (3-6, 6-1 y 6-0) y, más recientemente, en la semifinal del de Roma (6-3 y 7-6 (4)).
Este nuevo duelo pondrá en juego una plaza en la final y el número 2 del mundo parece más que dispuesto a que sea suya. Está empeñado en revalidar lo que ya conquistó el pasado año, cuando se hizo con la Copa de los Mosqueteros por primera vez. Quiere la segunda.