MURCIA. Inició la defensa del título en Wimbledon sufriendo pero ganando para avanzar en busca de su tercera corona británica. Carlos Alcaraz Garfia, campeón en 2023 y 2024, se impuso al italiano Fabio Fognini por 7-5, 6-7 (5), 7-5, 2-6 y 6-1 en 4 horas y 34 minutos de tremenda batalla tenística en una primera ronda de mucho desgaste. En la segunda su rival será el inglés Oliver Tarvet, que es el número 733 del mundo, el miércoles.

Ahí el ganador de los tres últimos torneos en los que participó -el Masters 1.000 de Roma, Roland Garros y el ATP 500 de Queen's- tratará de alargar su gran racha, que ya es de 19 victorias consecutivas y 13 en hierba para un tenista de 22 años y que ocupa el segundo puesto en el ranking internacional -aparece sólo por detrás del italiano Jannik Sinner-. 

Vestido de blanco impoluto -sólo roto con el logotipo de Nike-, como marca la tradición en el major británico y en la pista central del All England Lawn Tennis and Croquet Club de Londres el murciano se enfrentaba a un veterano de 38 años, que es el 130 del mundo en la temporada de su adiós y que llegó a ser el noveno en julio de 2019. Esta es la temporada de su despedida.

Con un intenso calor se lidió el tercer enfrentamiento entre el de El Palmar y el de San Remo, el cual se presentaba con un 2-0 para Alcaraz con ambos precedentes registrados en el ATP 500 de Río Janeiro con un 6-2 y 7-5 en las semifinales de 2022 y un 6-7 (5), 6-2 y 6-4 en los octavos de final del torneo brasileño del año siguiente. Ahora el duelo se daba en césped y en un torneo mucho más importante.

El choque arrancó con ambos tenistas ganando el servicio con cierta solvencia y se repitieron los empates con Fognini llevando la iniciativa y disponiendo de un interesante 15-40 para él al resto en el cuarto juego. Alcaraz, todavía sin entrar en combustión, lo levantó con cuatro puntos seguidos que le hicieron llegar al 2-2.

Del apuro, con dos bolas de break salvadas, al 0-30 a su favor, pero tampoco lo aprovechó el pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López. Fognini siguió dando guerra y dispuso de otro 15-40 tras la primera doble falta cometida por el español, al que no le veía precisamente cómodo. Una nueva opción de quiebre tuvo el italiano, la quinta, pero volvió a reaccionar Carlos y estableció un trabajado 3-3. El murciano dispuso de dos bolas de quiebre en el séptimo juego pero no las hizo buenas, por lo que continuó yendo a remolque en un encuentro que avanzaba con igualdad y así proseguiría hasta el 5-5.

En ese momento CA dispuso de dos bolas más de break y por fin consiguió su propósito y lo hizo con el mejor punto del encuentro hasta ese instante, en el que combinó una dejada y un globo muy bien ejecutados. Lo siguiente debía ser cerrar el set echando la pelota al aire y lo logró con su primer juego ganado en blanco y rematando con el que fue su tercer ace tras 53 minutos. 

Ese desenlace para nada pareció afectarle al transalpino, que comenzó la segunda manga apretando (0-1 y 0-30) aunque el número 2 del mundo no aflojó y, conservando una vez más su servicio, se mantuvo firme. El guion se repitió y se sucedieron los empates sin que apareciera otra posibilidad de ruptura ni para uno ni para otro (1-1 y 2-2) hasta que esa tendencia varió y lo volvió a hacer del lado del vigente campeón, que pasó de un 40-0 en contra al 3-2 con cinco puntos seguidos también gracias a que su oponente eligió mal. 

Alargó su buen momento y consiguió el 4-2 en blanco ya gustándose. Daba toda la sensación de que había puesto la directa pero una inoportuna desconexión permitió a su oponente recuperar el terreno perdido e igualar a cuatro con el que fue su primer quiebre en toda la tarde. El palmareño tuvo un amago de reacción y dispuso de una bola para el 5-4 pero lo que subió al marcador fue el 4-5. Tres juegos seguidos de Fabio le hacían estar a un cuarto de igualar el choque. Sin embargo, Carlos rompió esa mala racha y más adelante forzó el tie break que, dadas las circunstancias, casi era lo mejor que le podía suceder. Lo hizo con un smash que le debió dar confianza pero lo cierto es que siguió inestable en la muerte súbita, la cual comenzó con un 0-2 y luego un 1-4 y un 2-5 adversos.

Un Alcaraz tremendamente fallón y que ya llevaba cinco dobles faltas -acabaría con nueve- llegó a colocarse 2-6. Eran cuatro pelotas de set para el de San Remo y aunque Carlos salvó las tres primeras, la última con otro smash, éste de revés, falló un tiro que tenía casi hecho y eso le hizo ceder el tie break por 5-7 tras 1 hora y 5 minutos.

La liada se prolongó y, de hecho, ya en el tercer parcial Fognini, creciendo claramente en su tenis, fue mandando por 1-2 después de otro break que obtuvo aprovechando la extraña inestabilidad que estaba acuciando al favorito. Urgía la reacción y llegó. Un juego al resto que se llevó en blanco y otro sacando con un solo punto cedido le devolvieron la iniciativa y la seguridad en lo que sabe hacer, que es muchísimo. ¡Vamos!, gritó mientras apretaba el puño. Parecía que había vuelto pero su rival no se había ido. Al 3-2 le siguió una nueva igualada y estuvo a punto de caer el 3-4 con un 15-40 como para preocuparse y más tarde con otra ventaja para el restador. Resistió y le ayudaron una de sus habituales dejadas, dos aces y un par de buenos derechazos. 

El encuentro iba a impulsos y el siguiente lo dio el español para establecer el 5-3. Sacaría para conseguir el set en un encuentro en el que para nada lo que ocurría sobre la hierba londinense enseñaba que jugaban el número 2 contra el 130 y que el favorito, además, tenía 16 años menos con lo que eso supone en cuanto a vigor. FF, tremendo, aguantó y de qué manera para continuar peleando por el set con una nueva rotura, tanto como que consiguió el 5-5 recurriendo al saque-volea. 

En un muy buen encuentro de primera ronda, reñido contra pronóstico, Alcaraz mostró aplomo en un momento crítico y logró el 6-5 para acariciar el segundo set, que abrochó exigiendo al máximo a su contrincante después de 1 hora y 2 minutos más de enconada lucha.

E iba a prolongarse. Con 1-1 Fognini dispuso de un 15-40 y de otra ventaja, algo que se estaba convirtiendo en habitual, y el de El Palmar respondió para quedarse con el juego. Sin embargo, a Carlos se le veía algo cansado, algo sorprendente por la diferencia de edad, y su oponente materializó esa sensación. Su cuarto break en el encuentro le ponía con un 2-3.

"Tiene nivel para jugar hasta los 50", dijo Carlos del jugador que tenía al otro lado de la red, que llegó al 2-4 y luego al 2-5 al resto y sin dar ningún síntoma de fatiga. Le reforzó el hecho de enlazar cuatro juegos y añadió un quinto que le llevó a forzar el que sería el set definitivo sí o sí después de otros 44 minutos.

Hacía falta carácter, mucho carácter, y de eso Carlos Alcaraz va sobrado. Fue a dominar y lo hizo para variar la inercia de un encuentro de los complicados de verdad. No en vano, fue él el que tomó velocidad y encadenó tres juegos consecutivos, el segundo y el tercero con mucho mérito -iba 40-15 y 15-40 abajo y no cesó en su empeño-.

Con 3-0 el partido se paró durante un cuarto de hora por el mareo sufrido por una persona que estaba en la grada. El mismo Alcaraz le dio una de sus botellas de agua a un recogepelotas para darle de beber a quien tanto lo necesitaba.

La vuelta al tajo presentó a un Fognini parecía que revitalizado -se colocó 40-0- pero también a un Alcaraz resiliente pues lo remontó y alcanzó el 4-0... y el 5-0 con cuatro puntos seguidos de saque. Era prácticamente la sentencia. El italiano evitó el rosco -no merecía cerrar así el encuentro- pero el 6-1 fue incontestable después de otros 50 minutos de un encuentro en el que el puntaje general fue un espectacular 184-173. Valorando lo que ocurrió, el campeón aplaudió a su dignísimo rival y hasta le entregó su camiseta, que Fabio le pidió para su hijo Federico.

Superada esta exigente primera ronda en la segunda CA se medirá a Tarvet, un joven de 21 años que proviene de la fase previa y que en su debut en un cuadro final ATP se impuso al suizo Leadro Riedi por un triple 6-4. El de Saint Albans es un semidesconocido que ocupa el puesto 733 del mundo y su tope es el 624 que alcanzó el pasado mes de septiembre. Será el primer choque entre el español y el inglés, que hasta ahora tan sólo había jugado torneos de la categoría ITF. A priori tiene que ser un partido sin complicaciones para Carlos pero esto es hierba y es Wimbledon. No valen los excesos de confianza.