MURCIA. Una exposición muy especial mostrará en Murcia la magia, la poesía y la originalidad del pintor murciano Vicente Viudes. Será en el Centro Cultural La Claras de Murcia, donde se inaugurará el próximo jueves 11 de diciembre y se podrá visitar hasta el 25 de enero. Con ella, la Fundación Cajamurcia acerca a los murcianos la obra de uno de los pintores más reconocidos que ha tenido la ciudad, aunque para muchos sigue siendo un gran desconocido.
La última referencia de una muestra dedicada en la Región a Vicente Viudes (Murcia 1916 -Marbella 1984) se remonta al 2017, cuando el Museo de Bellas Artes (Mubam) le rindió homenaje por el centenario de su nacimiento. Ya entonces señalaban los responsables de la antológica que "de los artistas nacidos en Murcia, quizás sea el más desconocido para los murcianos y quizás también el más importante en el ámbito del arte internacional". No se olvidaron de él en la doble exposición Un Ciclo Pictórico Regional 1930-2000 que tuvo lugar en Murcia en 2024 y también estuvo representado en la muestra 14 pintores murcianos para un nuevo siglo de la Universidad Popular de Mazarrón
"Sus retratos, especialmente el femenino, son una transposición entre lo humano y lo vegetal -fue bautizado como el 'Arcimboldo español'-; son figuras de mujer, maniquíes, formados con frutas y verduras. Sus paisajes están impregnados de un colorido, un candor, un clima poético y mágico de gran calidad, que llegan a bordear un realismo mágico". Así describía el Mubam la obra de este pintor, figurinista y escenógrafo, que inició sus estudios de pintura en Murcia, junto a su gran amiga la pintora Sofía Morales, con el pintor Joaquín; y que en 1936 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
Según recoge el Archivo Regional, la Guerra Civil interrumpió sus estudios. Durante la contienda trabajó para los talleres de propaganda política republicana, realizando retratos de Lenin, Stalin y Pablo Iglesias, y pintando escenas costumbristas para un grupo de cuáqueros llegados a Murcia con las Brigadas Internacionales. Tras la guerra -añaden- se emplea como dibujante en revistas gráficas y literarias, además de iniciarse en la escenografía, actividad que prolongaría durante el resto de su vida, mediante el decorado de El pobrecito carpintero de Eduardo Marquina. También colaboró en el documental de García Viñolas, Boda en Castilla (1940).
En 1946 expuso por primera vez, mostrando en Madrid una obra caracterizada por las líneas claras y suaves, simplificadas, de pincelada depurada. "Siempre figurativo, e influido por el arte naïf, en 1949 viajó a París, donde entró en contacto con el surrealismo. Es la etapa de sus retratos a base de frutas y flores, asociando las formas vegetales con las del cuerpo de la mujer, a la manera de Arcimboldo. Tras su estancia en Santo Domingo y Haití incorporó a su obra la temática nativa, unida a plantas y animales exóticos, representados con colores claros y brillantes. Consolida así un estilo caracterizado por los temas sencillos y agradables: escenas de la vida cotidiana, invernaderos animales domésticos, frutas y flores", recoge el AGRM.