Si se es amante de la historia de la fotografia y le fascina el mundo de la publicidad -es suficiente con responder a uno solo de estos requisitos-, la exposición que el Archivo General de la Región de Murcia (AGRM) ofrece en su vitrina expositiva resultará de gran interés. Se trata de Publicidad de Cámaras Fotográficas del s. XX, con carteles publicitarios y cámaras fotográficas de la colección de Gerardo Acereda Valdés, que se podrá ver contemplar hasta el 30 de mayo (coincidiendo temporalmente con las exposiciones Tanatolatría. El culto a la Santa Muerte en México y El Imperial CF: un equipo centenario). La preparación de esta muestra ha contado con la colaboración esencial de Antonia Acosta Cruz, licenciada en Historia del Arte, especializada en Historia del Diseño Gráfico.
La selección de carteles que se presentan en el Archivo "es un ejemplo de la publicidad exhibida por las empresas fotográficas en la primera mitad del siglo XX. Se han elegido por la relevancia de la marca, la calidad gráfica de sus autores y por ser representantes de la evolución del lenguaje gráfico aplicado a la publicidad", señalan Antonia Acosta en el texto que comparte el AGRM, una institución que se caracteriza por tender un puente entre el pasado y presente de la Región a través de fondos que cataloga preserva, cataloga y difunde. Y que no pierde la ocasión para compartir información sobre los diferentes temas que aborda.
Como es el caso de la publicidad de las empresas fotográficas. Al respecto, Acosta Cruz señala que da un giro cuando la cámara ya no es un producto artesanal para profesionales o aficionados expertos. "Kodak encabeza la promoción a gran escala de sus cámaras. Sus primeros anuncios aparecen en 1888 en publicaciones de gran tirada como Harper's, Scribner's Magazine, Scientific American y Time Magazine. Son dibujos sencillos con un mensaje simple, pero muy eficaz, dirigido al americano medio, quien sólo tiene que apretar un botón para que Kodak haga el resto. Cuando la cámara se hace verdaderamente portátil, los fabricantes quieren llegar al mayor número de personas y entrar en juego la competencia entre marcas", explica. Para ello, ponen en circulación reclamos publicitarios como carteles, catálogos, folletos publicitarios, expositores, sellos, tarjetas postales, regalos promocionales, etc. "Kodak y Agfa destacan entre todas las marcas por dirigirse a un público muy amplio y porque han permanecido largo tiempo en el mercado", añade.
Los precursores de los diseñadores gráficos actuales
Asismismo, destaca esta especialista que los llamados artistas comerciales, precursores de los diseñadores gráficos actuales, se ponen al servicio de la publicidad emergente. "Al principio, esencialmente, con recursos pictóricos que van adaptando a las exigencias de una comunicación directa, rápida y eficaz, acorde con la naciente sociedad industrial y con las novedades en el Arte del cambio de siglo. La influencia del Art Nouveau y de cartelistas franceses como Jules Chèret y Eugène Grasset se deja sentir tanto en la publicidad europea como estadounidense". Así, surgen "formas silueteadas y tintas planas, inspiradas en la estampa japonesa, que tanto fascinó a los artistas de la época", apunta. Y añade: "La cámara no es sólo un aparato fácil de manejar para construir recuerdos; ahora, quien tenga una de estas cámaras puede soñar con un mundo cosmopolita y de diversión".
También se pueden encontrar ejemplos en esta exposición de la industria fotográfica alemana, que emerge con fuerza a comienzos del siglo XX, presentando una publicidad más directa y demostrativa que la de Kodak. "El cartelista se acerca al público con muy pocos elementos gráficos: una pose, una determinada indumentaria, una cámara y su logotipo son suficientes para comunicar que es un producto de calidad y exclusivo, como se observa en los carteles de Goerz, Ernemann, Ica y Contessa. Otras veces, recurren a elementos simbólicos, como la 'Diosa de la luz', singular imagen de identidad de Ernemann , con formas propias del Modernismo Geométrico. En ese mismo ámbito alemán, los carteles de Hohlwein para Leica (1926), de Martin Lehmann-Steglitz , para Schssleuner (1930) y los de Dudovich para Agfa (1922), representan otro estilo pictórico más ligero, de tonalidades suaves, muy al gusto de la burguesía europea elegante y la moda", escribe Antonia Acosta.
A partir de la década de 1930, "la influencia de la Bauhaus y las Vanguardias conforman un nuevo lenguaje gráfico, la Fototipografía, combinación de tipografías y de imágenes fotográficas, tal como puede verse en el anuncio de Leica (1937). En el mismo período, la geometrización, el dinamismo y el uso de metáforas visuales de los carteles de Ferrania (1930), de Zeiss Ikon (1933) y de Kodachrome (1935) representan el diseño comercial más innovador, a la manera de los maestros franceses de la época Charles Loupot, Jean Carlu y Cassandre", continúa narrado Acosta Criz.
Va pasando el tiempo y la tecnología avanza. Así, "tras la II GM conviven el Estilo Tipográfico Internacional y otros enfoques que utilizan libremente tanto la fotografía como una ilustración de trazo ligero, con colorido y sentido del humor, en sencillas composiciones. Buena muestra son los carteles de Voigtländer (1966), de Kodak (1956) y Agfa (1957). Dos lenguajes gráficos diferentes, para dos públicos diferentes. Una constante en la historia de la publicidad de la industria fotográfica", concluye la experta que supervisado y documentado esta muestra del AGRM.