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Cuando la pintura se asoma al interior del artista: Prudencio Irazábal vuelve a la galería Artnueve de Murcia con 'Todos los negros del color'

El espacio anexo, Project Space AP1, acoge la exposición 'Sumar dos manzanas y una silla' del yeclano Víctor Ortuño

  • Obra de Prudencio Irázábal
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MURCIA. La galería murciana Artnueve ha inaugurado por partida doble. Por un lado, el luminoso espacio que dirige Mª Ángeles Sánchez Rigal (en la calle Jose Tapia Sanz) y que este año celebra su 25 aniversario, acoge una de las exposiciones más interesantes que se pueden visitar actualmente en Murcia: Todos los negros del color, la cuarta exposición del artista vasco Prudencio Irazábal en la sala murciana. Por otra parte, el espacio anexo de la galería, Project Space AP1, acoge la primera exposición del artista Víctor Ortuño con Artnueve bajo el título Sumar dos manzanas y una silla.

Todos los negros del color es un proyecto comisariado por Mariano Mayer, quien señala que "las pinturas de Prudencio Irazabal permiten mirar su interior", añadiendo que "al instalar las piezas en un espacio, estas se convierten en un transporte. Percibir el interior de estas pinturas nos permiten adentrarnos en las superficies de las cosas del mundo. Al abandonar la sala, el ángulo de visión reencuadra y descubre materialidades tonales, bucles de brillo, contraluces y opacidades por donde miremos. Hallar los puntos donde el teñido de la luz resulta evidente. Pero también interesarnos por los fenómenos y las acciones que conforman el color".

Asimismo, Mariano Mayer explica que "cada una de las pinturas que integran Todos los negros del color revela algo difícil al ojo, una materia oscura alcanzada por la luz. Bajo la escasa luminosidad de la noche solemos ver el recuerdo del color en las cosas que observamos y no sus tonalidades circunstanciales. Este nuevo conjunto de pinturas nos permite descubrirlas".

Prudencio Irazábal (Puentelarrá, Álava, 1954), una de las figuras más destacadas del arte abstracto español, vive y trabaja entre Madrid y Nueva York. Siendo uno de los pintores españoles contemporáneos más representados y reconocidos del panorama artístico internacionalsu obra se caracterizada por la superposición de capas translúcidas de polímero y pigmento, creando composiciones abstractas que invitan a una contemplación profunda y pausada.

Tras sus primeras muestras españolas durante los años 80, su obra ha tenido una fuerte presencia tanto en EE UU como en Europa, destacando a partir de 1990 las exposiciones individuales en Nueva York, (Galería Jack Shainman, 1995, 1997, 2001, 2004), Los Ángeles (1990, 1992) y San Francisco (2002) y las celebradas en la Sala Rekalde (Bilbao, 1994); el Palacio de los Conde de Gabia (Granada, 2002); Artium, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo de Vitoria-Gasteiz (2005), además de otras destacadas en Estocolmo, Munich, Berlín, Milán, o incluso Hong Kong.

En 2011 realizó el encargo para la iglesia de Iesú en San Sebastián, obra de Rafael Moneo. Desde 2004 expone regularmente en la Galería Helga de Alvear en Madrid. Desde 2011 trabaja continuadamente con la galería Artnueve, participando en proyectos internacionales como ferias. A finales de 2017 su obra participó en la exposición El arte y el espacio, en el Museo Guggenheim Bilbao. Y en 2024 expuso Contradistancia en el MUSAC de León. Sus obras forman parte de las colecciones más importantes nacional e internacionalmente.

Un paisaje poroso

 

  • Obra de Víctor Ortuño en Artnueve -

Por otra parte, Sumar dos manzanas y una silla, la exposición del yeclano Víctor Ortuño, es un proyecto comisariado por Jesús Alcaide, quien señala que "en su primera exposición en AP1, el artista murciano Víctor Ortuño (Yecla, 1995) despliega en la sala una serie de trabajos, gestos y procesos que en los últimos años han ido configurando una serie de modos de construir esculturas, un paisaje poroso que desde la experimentación del taller aterriza en el espacio expositivo para seguir preguntándonos e interrogando sobre cual es hoy el sentido de la escultura. Paisajes afectivos y sumas de imposibles. Una interzona que surge entre lo natural y lo artificioso. Un espacio de resistencia que centellea en una brillante oscuridad".

Y añade: "La construcción de un paisaje. La cristalización de un proceso. Una lucidez que nace de un no saber.  Escribía Clarice Lispector en Agua Viva, No puedo resumirme porque no se puede sumar una silla y dos manzanas. Yo soy una silla y dos manzanas. Y no me sumo. Es desde ahí desde donde nace el lugar para estas esculturas. De la imposibilidad de una suma. De la experiencia de estar siempre en un sin-lugar". 

 

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