MURCIA. ¡Lo que gusta un true crime! Lo saben los escritores, los productores de películas y documentales, y los autores de podcasts. Repasar y analizar los hechos de 'crímenes verdaderos' o 'reales' (que sería la traducción de la expresión anglosajona) y sentirnos por un rato como detectives aficionados o miembros de un jurado que debe decidir cuál es la verdad es una apuesta segura. Los true crimes están de moda y cada vez esa mezcla de realidad y misterio tiene más adeptos. Ahí están la series El Caso Asunta, El Cuerpo en llamas o Los hermanos Menéndez, entre otras muchas que se emiten y otras muchas que están por llegar (¿cuánto tardará, por ejemplo, alguna serie o documental sobre Luigi Mangione, el guapo asesino italiano que cuenta con una legión de admiradoras?).
Pero no hace falta irse muy lejos para conocer un poco mejor algunos crímenes impactantes y misteriosos que ocurrieron en nuestra propia Región. Eso es precisamente lo que ofrece un nuevo recorrido en Cartagena que se incluye en las llamadas 'Rutas Misteriosas' de la Región de Murcia, los itinerarios guiados por el arqueólogo, escritor e investigador Santi García, quien señala que está siendo todo un éxito, llenándose todos los grupos y cerrándose los siguientes con bastante antelación.
Cuenta Santi García que durante este recorrido se conocerán crímenes que conservan un halo de misterio, ya que no se resolvieron o dejaron abiertas muchas dudas. El 'paseo' comienza en el Barrio del Foro Romano, en el antiguo Molinete, donde antiguamente había una calle llamada de la Piedra. Allí, en 1926, fue hallado un cadáver al que degollaron, desangraron y ahorcaron. Se pensó que el motivo fue un robo, aunque esto no justificase la saña, y se detuvo a las seis personas que lo vieron por última vez, aunque al año ya estaban todas libres.
Muy cerquita de allí hay un centro de salud, por lo que el guía aprovechará para explicar otro caso más reciente, el de una mujer que en 1982 envenenó, causando la muerte, a su marido y sus dos hijos, además de intoxicar también a algunos vecinos. Fueron los médicos del centro de salud los que se percataron del envenenamiento en los análisis de la sangre de las víctimas.