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Murcia se asoma a Santa Maria Capua Vetere, la ciudad hermana que vio nacer la rebelión de Espartaco

El fotógrafo italiano Luigi 21aka12 ilustra en este artículo las palabras dirigidas a los murcianos Giovanni Laurenza

Santa Maria Capua Vetere

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Murcia y la ciudad italiana Santa Maria Capua Vetere, en la provincia de Caserta, se van a hermanar antes de que acabe este 2025. El nexo en común entre ambas localidades tiene connotaciones artísticas y lleva el nombre de un apellido ilustre y de todo conocidos en la capital del Segura: el de Salzillo. Y es que mientras que el padre, Nicolás Salzillo, es natural de esta localidad de Italia, el hijo, Francisco, es uno de los murcianos más universales y de los que más presume Murcia. Ambos escultores han creado un puente en el espacio y el tiempo entre las dos ciudades que se miran entre sí y ahondan en el conocimiento mutuo. No en vano, ambas ciudades están trabajando en la realización de eventos conjuntos que permitan el intercambio entre ciudadanos, familiares descendientes de Salzillo, asociaciones culturales, artistas, cronistas y la comunidad educativa y científica, con la finalidad de poner en valor el patrimonio cultural común que une ambas ciudades como un recurso compartido, sensibilizar acerca de la historia y los valores culturales comunes y reforzar un sentimiento de pertenencia y el diálogo intercultural.

Una de las personas que han hecho posible este acercamiento es el pintor murciano Zacarías Cerezo, ciudadano honorario de Santa Maria Capua Vetere, quien ha hecho de cicerone por Murcia para las delegaciones llegadas de Italia. De hecho, es este artista el que ha hecho llegar a Murcia Plaza las imágenes captadas por el fotógrafo sammaritano (que así es como se denomina a los nacidos en Santa Maria C. V.) Luigi 21aka12, quien en su voluntad por contribuir a este mutuo conocimiento "nos ofrece un amplio recorrido visual por el patrimonio de su ciudad, famosa por ser el lugar donde el gladiador Espartaco inició la rebelión de los esclavos que puso en jaque a Roma en el año 73 a. C.".

Pero no solo eso, ya que Zacarías Cerezo, también comparte con este diario las palabras dirigidas a Murcia de Giovanni Laurenza (fallecido en 2024), quien fue director de Bienes Culturales de aquel municipio y que ha investigado los orígenes de Nicolás Salzillo; "un bellísimo texto dirigido a la ciudad de Murcia". Son textos y fotos que "nos ilustran sobre aquella ciudad que, a través del intercambio cultural durante varios años, se ha ido hermanando con Murcia a la espera de la firma oficial de ambos alcaldes".

El teXto de Laurenza dice así:

"Santa María Capua Vetere es una ciudad única en su género, empezando por su largo nombre. Fue conocida como Capua hasta el año 841, en el que los sarracenos la devastaron. Con el mismo nombre fue reconstruida junto al puerto fluvial de la ciudad, fortificada y defendida por los meandros del río Volturno. La antigua ciudad de Capua tomó el nombre de 'Santa Maria Maggiore', que derivó del asentamiento protocristiano en torno a su más importante basílica, que fue sede episcopal. Fue sólo tras la unidad de Italia, en 1862, cuando asumió la actual denominación, reconquistando el nombre de Capua con el que había sido grande durante el Imperio romano, cuando se la consideró la otra Roma"

Continúa: "¿Qué icono elegir para esta ciudad? ¿Las espléndidas piezas arqueológicas llevadas a los museos de Londres, Berlín, Copenhague y París, o la Afrodita custodiada en el Museo Arqueológico de Nápoles; o bien el majestuoso Arco de Adriano que recibe a los turistas que se dirigen hacia las imponentes ruinas del Anfiteatro Campano? ¿Qué época contar? ¿La etrusca, cuyas necrópolis aún surgen a la luz rodeando la población, o la época en que quiso enfrentarse con la misma Roma, aliándose con Aníbal? ¿De quién hablar? ¿Del rey Roberto d’Angió, que aquí nació en el 1278, o de Alfonso de Aragón que la eligió como residencia de verano? ¿De José Bonaparte, que la nombró capital de Terra di Lavoro, o de los Borbones de Nápoles que tanto la amaron?

Todos dejaron huellas que coexisten en esta ciudad, donde la historia anida en los rincones más impensados, engastadas en los modernos edificios o en el adoquinado de las calles y en los edificios del siglo XIX, donde nos observan los ojos de una Virgen de candoroso semblante pintada en la esquina de una calle. Vivir en una ciudad donde se concentran tres mil años de historia nos acostumbra a mirar su patrimonio sin fijarnos, y a veces sucede que son los que vienen de fuera quienes nos llaman la atención sobre nuestro patrimonio, nuestra cultura y tradiciones. Un patrimonio tan vasto que nos permitimos el lujo de olvidar a los hijos más eminentes, como ocurrió con nuestro Nicola Salzillo, nacido en el 1672, cuando Santa Maria Capua Vetere era una de las más florecientes ciudades del virreinato de Nápoles. Nacía en el mismo año en que se decidía la construcción de un convento de la orden del español san Pedro de Alcántara, promovida por el virrey marqués de los Vélez, que quiso regalar el cuadro del altar mayor, confiando la ejecución al famoso Luca Giordano.

Los acontecimientos han determinado que la celebración en Murcia del tricentenario del nacimiento de Francisco Salzillo, en el 2007, trajera hasta nosotros a Zacarías Cerezo, haciendo, en sentido contrario, el mismo viaje que Nicolás Salzillo emprendió, con suerte, más de trescientos años antes. De ello ha nacido una cordial colaboración entre nuestras dos ciudades, acogida por nosotros con gratitud, que ha permitido a esta ciudad recuperar a un hijo suyo para restituirle al lugar que le pertenece en la memoria colectiva.

Un cariñoso abrazo a la ciudad de Murcia".

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