MURCIA. Las Bóvedas del Almudí de Murcia han abierto sus salas a tres nuevas propuestas artísticas que invitan a la reflexión y al diálogo con el espectador, y que podrán visitarse desde hasta el próximo 6 de diciembre.

La primera de ellas llega bajo el nombre ‘Nineta o Cosí fan tutte', de Viktor Giner, que se presenta como una escultura textil concebida a partir de tejidos reciclados, cuero y materiales de upcycling. Se trata de una figura híbrida que oscila entre la ternura y la distorsión grotesca del deseo impuesto, ofreciendo una crítica contundente a la fetichización del cuerpo en la cultura visual hegemónica. Con cicatrices, costuras visibles y una estética deliberadamente descompuesta, esta pieza subvierte los símbolos del imaginario domesticado para interpelar al espectador desde lo incómodo.

La segunda muestra llega de la mano del artista Carlos Cotes que expone un conjunto pictórico que bajo el título ‘Dehiscencia de Sutura' articula un discurso en el que naturaleza, transformación y enfermedad se convierten en motores de una experiencia plástica cargada de simbolismo. Su obra, marcada por la herencia de las vanguardias y el arte contemporáneo, convierte la pintura en un medio vivo y regenerador, capaz de ofrecer nuevas visiones de los ciclos vitales, la muerte y la persistencia de la energía creadora.

Finalmente, la exposición ‘Dehiscencia de sutura' de Marina Martínez establece un sugerente paralelismo entre el espacio abovedado del Almudí y la estructura de una máquina de resonancia magnética. Ambos dispositivos, arquitectónico y tecnológico, comparten la capacidad de condicionar la percepción corporal y sensorial de quienes los habitan. Esta instalación invita a experimentar el cuerpo como centro activo de una relación tensional entre tecnología, arquitectura y percepción, en un juego de envolturas y contenciones que desdibujan los límites entre espacio y sujeto.