"Un poco después -dos años, tres- este libro no hubiese podido ser escrito. Por lo menos, no sería el mismo libro. Un poco después, duda uno de que sigan existiendo tabernas. Apenas quedan. Lo que aquí se dice será, dentro de nada, historia. Siquiera un mérito -el de ser testimonio- sí que tendrá este libro". No se equivocaba mucho el periodista José García Martínez cuando publicó Tabernas de Murcia, una cuidada obra para la que contó con las plumillas y los pinceles de su amigo Manuel Muñoz Barberán. Porque más de medio siglo después, pocas de las tabernas de entonces se pueden encontrar en la capital de Segura, con algunas excepciones como la de 'Los Zagales', la del 'Tío Sentao' o la de 'Pepico del Tío Ginés'. Pero como bien intuía el escritor, el libro constituye hoy en día una herramienta para viajar a aquellos viejos establecimiento, con sus toneles, sus oscuridades, sus vinos y sus torreznos. Así lo ha entendido también el espacio La Innovadora de Murcia -una especie de cueva llena de tesoros que abrió el pasado mes de noviembre como tienda de artículos vintage-, que expone los dibujos originales que realizó el pintor murciano Muñoz Barberán para este libro. 

Con estos originales, pertenecientes a una colección privada, las paredes de La Innovadora, el espacio que dirige de forma entusiasta José Carlos Nievas, se han llenado de escenas costumbristas en el interior de bodegas murciana. En total, la exposición, comisariada por Pedro Ayala y abierta hasta el 21 de febrero, está compuesta por las cuatro acuarelas y 39 dibujos que ilustraron el libro editado por Gráficas Belmar con motivo de la Feria Internacional de la Conserva y Alimentación de 1970.

"Una vez más, en este libro Barberán demuestra la maestría de la soltura en el trazo del dibujo. Sin necesidad de aplicar color en la mayoría de las ilustraciones, es capaz de retraer al espectador en el tiempo recordando las vivencias de antaño y reconociendo en cada representación a la taberna que en su juventud formó parte de su vida", apunta el comisario, quien señala que "hoy apenas quedan aquellas que antaño formaban parte del paisaje de una Murcia que se fue. Para las nuevas generaciones estos dibujos adquieren, si cabe, mayor relevancia histórica, ya que representan una Murcia que no conocieron pero que formó parte de la vida de sus padres y abuelos".

Algo que refleja con humor García Martínez en el libro, donde escribe:  "La taberna no se siente a gusto en los tiempos que corren. La taberna se lleva unos berrinches tremendos cada vez que alguien por la fuerza de la que ahora es costumbre, le pide un 'whisky'. Se han dado casos muy tristes, como el de solicitar del tabernero un 'sandwich vegetal'. Para una taberna honrada, esto es superior a sus fuerzas. No me sorprenden que hayan sido víctimas del infarto de miocardio".

Son "tabernas que antaño fueron famosas y concurridas, hoy tristemente desaparecidas. Otras, por el contrario, aun sobreviven afortunadamente como un recuerdo de un tiempo pasado que ya no volverá", añade Pedro Ayala, quien destaca que "esta exposición demuestra una vez más la maestría de quien fue el mayor pintor de Murcia sobre temas urbanos. Un estilo peculiar e inconfundible y fácilmente reconocible por el ojo del aficionado a su obra, ya sean romerías, procesiones, fiestas civiles o religiosas". En este sentido, recuerda que "su ingente obra pictórica forma parte de museos, instituciones y colecciones privadas. Así como numerosas Iglesias atesoran murales ejecutados magistralmente por sus pinceles".

Además de contemplar esta interesante exposición, los visitantes que se acerquen a La Innvovadora tendrán la ocasión de sentirse por un rato como en la cueva de Alí Babá, llena de tesoros del pasado, desde juguetes a objetos de decoración, pasando por un sinfín de artículos. Para los juguetes antiguos, por ejemplo, han sido asesorados por expertos y aseguran que siempre se quedan con la tasación más baja. "Queremos que sean artículos al alcance de la gente", asgeura José Carlos Nievas.