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La Yecla retratada por Carpena: una exposición reúne 39 obras y objetos personales del pintor en la iglesia de San Francisco

La muestra se inaugura este viernes con motivo del centenario del nacimiento del artista

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  • Exposición de Fernando Carpena Puche en Yecla
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MURCIA. Tierra atravesadas por los surcos de los carros, fachadas encaladas, ancianos con blusones y boinas, mujeres enlutadas, con delantales y pañuelos... Fernando Carpena Puche fue el pintor por excelencia del costumbrismo yeclano del siglo XX, retratando a su tierra y a sus paisanos a través de sus fiestas y tradiciones, y de escenas repletas de personajes expresionistas que reclaman que la mirada se detenga en cada uno de ellos, para descubrir las emociones que esconden y, en ocasiones, "ese característico humor socarrón yeclano". Una exposición -que se inaugura este viernes 25 de abril, a las 19.30 horas, en la iglesia de San Francisco de Yecla- vuelve a poner la lupa en uno de los artistas más relevantes del siglo XX en la Región, con motivo del primer centenario de su nacimiento (ocurrido el 23 de abril de 1924); una efeméride a la que se suma el cincuenta aniversario de su fallecimiento (el 26 de agosto de 1975).

Un total de 39 obras -27 óleos (uno de ellos sin concluir), 10 dibujos y bocetos, y 2 carteles-, además de su paleta, sus pinceles y su pipa en una vitrina, conforman esta muestra organizada por el Real Cabildo Superior de Cofradías Pasionarias de Yecla, una de las mayores de las muchas que se han llevado a cabo para poner en valor la obra del artista. "Al contar con un espacio muy amplio, las obras se van a poder disfrutar. Además, es la primera en la que las obras se agrupan con un discurso para dar una visión general de su trayectoria", señala su comisario, Alberto Martínez Pascual, conservador-restaurador de Bienes Culturales, y responsable de la selección de obras y de los textos.

Para la muestra -que se podrá visitar hasta el 25 de mayo- se ha contado con la colaboración de la familia del artista, que ha ayudado a la localización, traslado y montaje de las obras; de los diversos particulares que han facilitado piezas; y del Ayuntamiento de Yecla -a través de su Concejalía de Cultura-, que, además, ha prestado una de las obras (la que sirve de cartel para la exposición). Martínez Pascual destaca que entre la obra expuesta hay dibujos y bocetos pertenecientes a colecciones privadas que no se habían exhibido con anterioridad.

De copista en El Prado a la pescadería familiar

  • Exposición de Fernando Carpena en Yecla -

Respecto a Fernando Carpena Puche, el texto que acompaña a la exposición señala que el gran pintor del tipismo yeclano dio sus primeros pasos en la pintura en torno a los años de la Guerra Civil, de la mano del también pintor local Amelio Quiles Berenguer. A partir de los años 40 la familia se trasladó a Madrid, donde un joven Fernando consigue trabajo, con solo dieciséis años, como chofer para Regiones Devastadas. Por las noches y en sus ratos libres, se formará en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y recibirá el carnet de copista del Prado. A pesar de tan prometedores inicios, las circunstancias del momento y una enfermedad lo obligan a regresar a Yecla en 1945, donde pasará a trabajar en la pescadería familiar.

"El contraste del ambiente cosmopolita de la capital, aún en plena posguerra, y el panorama que encontró a su llegada a Yecla, lo impresionó hondamente. Calles de tierra, una población envejecida y empobrecida, una gran masa trabajadora que se amontonaba en los barrios altos, en casitas encaladas de tejavana. Como ávido lector que era, se interesó apasionadamente por La Voluntad de Azorín. La Yecla de sus pinturas parece pertenecer al mismo universo que aquella Yecla literaria, poética, de hondas raíces históricas. Pero, es inevitable, en sus pinturas también se verá parte de aquella Hécula terrible de José Luis Castillo Puche, una ciudad que seduce y repugna, envenena y atrae, conmueve y solivianta"; pues, aún a pesar del contexto desolador de la época "a trechos, crece el pino, prospera graciosa la viña y retoña lindísimo el olivo", señala el comisario en el texto que acompaña a la muestra.

Asimismo, se añade que el hecho traumático de la muerte de su padre, en 1953, lo impulsó a "pintar en serio" según sus propias palabras. "Desde ese momento, con el retrato póstumo de Francisco Carpena, hasta el final de sus días, su creatividad llevará un ritmo desbordante. A los numerosos óleos se sumarán por cientos los dibujos, bocetos, acuarelas, libretas, garabatos, etc".

"Recondando a trechos a Goya, a trechos a Gutiérrez Solana"

El pintor yeclano recordará "a trechos a Goya, a trechos a Gutiérrez Solana, con amplios trazos negros, pinceladas enérgicas y un magistral uso del color, lejos de un costumbrismo frívolo y vacío". En sus pinturas capta el carácter, la psicología del vecindario de aquellas décadas -personajes tortuosos y retorcidos- y de un pueblo "de calles empinadas y casas retorcidas, de atardeceres dorados, de nubes cambiantes y, por supuesto, bajo la omnipresente torre de la Iglesia Vieja, la gran protagonista, sin duda, del imaginario del pintor".

Asimismo, retrató el ambiente popular, las fiestas: sus cucañas, el chocolate, el bautismo del vino, el entierro de la sardina, la murga, etc. "donde demuestra su maestría con composiciones abigarradas de decenas de personajes, que esbozan muecas y sonrisas, del tan característico humor "socarrón" yeclano. Alegría y vitalidad que se trasforma en solemnidad en sus pinturas de auroros, donde los azules reflejan el frío de la madrugada invernal, en la Bajada del Cristo (Primer Premio de la I Exposición Regional de Arte de 1957), o en la Subida de la Virgen, donde capta la llegada de la patrona a su Santuario en medio de las salvas de arcabucería".

Más allá de las pinturas populares y costumbristas, Carpena también tiene en su haber "una serie de pinturas de carácter existencialista, con figuras de payasos tristes (que él veía como trasuntos suyos), otras de carácter onírico, casi tétrico, con trazos violentos y matéricos que recuerdan a las Pinturas Negras de Goya y algunas composiciones religiosas, en las que no será muy prolijo, pero donde volcará todo su misticismo".

Es por ello que en esta muestra el visitante podrá sumergirse en el particular universo de este artista yeclano, que va mucho más allá del costumbrismo que tanta fama le dio.

  • Exposición de Fernando Carpena Puche en Yecla -

 

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