MURCIA. "Oyé, que estoy por Murcia y me gustaría ver tu estudio". Esto es más o menos lo que le dijo el otro día el ídolo puertorriqueño del reguetón Myke Towers al tatuador y artista murciano Joaquín Ganga, quien aunque tiene su casa y su estudio en Los Ángeles -por donde pasan estrellas y famosos de todo tipo-, cada vez viene más por su ciudad y su pueblo, porque asegura "quiero hacer más cosas en mi tierra y traer a la gente de fuera a El Palmar, que es mi casa y donde tengo mi otro estudio".
En esta ocasión, este joven artista que lleva años figurando entre los tatuadores más importantes del mundo -tiene 1.800.000 seguidores en Instagram, más que el Museo del Prado-, aprovechó su estancia en Murcia para presentar la escultura que ha realizado de una obra de Ramón Gaya, expuesta en el museo del pintor hasta que se subaste el 3 de julio en beneficio del Banco de Alimentos del Segura. Y es que Ganga es un creador inquieto que busca llevar el lenguaje del tatuaje a otras expresiones artística. De hecho, durante su visita al Museo Gaya señaló que "he montado un taller de escultura cerca de El Palmar y estoy buscando un poco más de tiempo para poder realizar obra escultórica".
Todo esto se enmarca en las gana que tiene este joven palmareño de "traer más cosas chulas a la Región de Murcia". Porque, "aunque tengo mi casa en Los Ángeles, vengo mucho a Murcia y cada vez más quiero estar aquí, que es donde más a gusto estoy". Eso incluye traer a estrellas internacionales y números uno de diferentes disciplinas a su estudio de El Palmar. "Traigo a gente que a mí me gusta y que me inspira. Quiero compartir esa inspiración con la gente de Murcia, que se puedan hacer aquí también cosas grandes del mundo del tatuaje. Al final, se trata de representar un poco este arte aquí. Y que la gente se sienta con ganas de venir a Murcia un poquito", explica.
Es lo que ha pasado recibiendo a Mike Towers en su estudio- "es algo que me llena de orgullo, que esté en mi ciudad, en mi pueblo"- o acogiendo recientemente a Plex, que cuenta con más de doce millones de seguidores en TikTok y cuya visita a Murcia desató una auténtica locura entre sus seguidores.
A pesar del revuelo que puedan causar estos personajes tan mediáticos, Joaquín Ganga asegura que "soy una persona a la que le gusta estar tranquilo en El Palmar, que es mi casa, donde he crecido y de donde vienen todas las inspiraciones". Recuerda en ese sentido, que "soy de Los Rosales, un barrio muy humilde y desde donde, a poco a poco, mis sueños se han hecho realidad, a base de esfuerzos y muchos sacrificios. Gracias a Dios, ahora mismo estoy en una posición a la que yo hubiera aspirado con 50 años, pero me ha pillado muy joven. Quiero disfrutar de este éxito con mis amigos, con mi familia. Eso me hace estar muy feliz".
La mirada de un tatuador a una obra de Gaya

- Bodegón de Ganga en el Museo Gaya -
- Foto: AYTO. MURCIA
Joaquín Gaya eligió para su escultura una obra que Gaya realizó a los 17 años, 'Bodegón del naipe'. "Cuando me lo comentaron, me pareció una idea súper chula y el poder hacerlo en Murcia también. Estoy muy contento con la obra, espero que la gente la disfrute y participe en la subasta del día 3 de julio en beneficio del Banco de Alimentos". Sobre los motivos de su elección, el artista comenta que se sintió atraído, entre otras cosas, por la representación de alimentos murcianos.
El creador palmareño ha introducido en su recreación de la obra de Gaya elementos simbólicos del arte del tatuaje. Así, por ejemplo, las cartas llevan unos detalles en acero, que representan la aguja del tatuador. Asimismo, el color está inspirado en pigmentos de la piel de clientes especiales para Ganga, quien comenta que "como tatuador, mis lienzos son las pieles".
Esta escultura a escala real, expuesta junto al cuadro original en el Museo Ramón Gaya, es completamente táctil, lo que permitirá a las personas ciegas experimentar por primera vez una obra del pintor murciano desde una interpretación sensorial. La pieza podrá visitarse durante los meses de mayo y junio y el 3 de julio será subastada en la Sala de Catas de Estrella de Levante, destinando los recaudado a fines benéficos. Esta iniciativa forma parte del proyecto ‘Interpretando a Ramón Gaya', que combina arte, inclusión y solidaridad, y posiciona al museo como un espacio vivo y transformador.