MURCIA. No es nada nuevo. La historia del arte está plagada de obras en las que los artistas retrataban a sus mecenas, personas relevantes de la sociedad e, incluso, a ellos mismo como figurantes de sus composiciones (La Adoración de los Magos, de Boticelli, es un ejemplo de esto). Pero no por ello deja de ser llamativo, sobre todo cuando se puede encontrar una demostración reciente de esta práctica en Murcia. El lugar en cuestión es el Museo Cristo de la Sangre, situado junto a la Iglesia del Carmen, un espacio sorprendente en muchos sentidos, ya que permite contemplar el rico patrimonio de la Archicofradía en un contexto diferente al de las procesiones de Semana Santa, con una musealización muy actual -salas con paredes oscuras, una modena iluminación y sugerente escenografía-, además de programar en una sala adyacente interesantes exposiciones de arte contemporáneo. En este singular espacio -dirigido por Pedro Alberto Cruz- y cuya entrada es gratuita-, el visitante podrá admirar las esculturas de Roque López, Nicolás de Bussy o González Moreno, entre otros, pero también 'jugar' a adivinar si reconoce a algún conocido entre los rostros representados.
De hecho, en la sala llamada 'de Campillo' -por albergar una serie de esculturas de pequeño formato y un maravilloso altorelieve policromado de un Ángel Custodio rodeado de niños-, se encuentra un Apostolario compuesto por pinturas en las que se representa a los doce apóstoles y para las que el artista albanés-canadiense Robert Simoni se inspiró en miembros de la propia Archicofrafía de la Sangre, además de en amigos y familiares. No falta tampoco un autorretrato del propio artista como San Bartolomé, que fue la obra con la que se inició el proyecto en 2017.
Cuentan desde el museo que con este Apostolario se quiso apostar por el talento de este joven pintor, que residió en Murcia una temporada al tener familia en la ciudad, y que ahora trabaja como profesor en Toronto. Simoni retrató para esta serie a cofrades como Antonio Barceló (Santiago el Menor), Francisco Antonio Carreres (San Simón) y Carlos Valcárcel Siso (Santo Tomás), el presidente de la Archicofradía, que fue el último en añadirse al proyecto en 2019. También figura en la serie el padre del artista como San Felipe; y como San Pedro, un vecino de Elche que al tener un gemelo -y como anécdota- nunca se sabe quién de los dos visita el museo.

- San Judas Tadeo con el rostro de un joven Fernán Gómez -
Además de esta representación actual de murcianos y amistades del pintor, el Museo de la Sangre cuenta con otros rostros para muchos conocidos -si se fijan- entre sus esculturas. Y es que Juan González Moreno se inspiró en el gran actor Fernando Fernán Gomez para el rostro de San Juan Tadeo y en el dramaturgo Adolfo Marsillach para Santo Tomás (1952). El mismo imaginero, para el conjunto 'Hijas de Jerusalén' (1956), utilizó como modelo al murciano José Lozano (como el Cirineo que ayuda a sujetar la Cruz), quien trabajó como dorador. Por su parte, el escultor José Hernández Navarro se basó en el violonchelista cubano que reside en Beniaján Romani Luis Cana para el San Dimas del 'Cristo del Amor en la Conversión del Buen Amor' (2011).
Viajando en el tiempo, detrás de la Samaritana de Roque López (1799) se encuentra una beldad de la época. Esta imagen, "además de suponer la creación más rococó de toda la escultura pasionaria murciana, representa un excepcional 'apunte cortesano' dentro del contenido universo barroco del sureste español. En ningún otro 'paso' de los múltiples cortejos procesionales que desfilan en esta área geográfica, se aprecia una influencia tan directa y espontánea del 'espíritu galante' que vertebró el tardobarroco europeo", informa el museo. También la figura de 'El Berrugo', que representa al pueblo en el conjunto 'El Pretorio' (1699) de Nicolás de Bussy, se inspiró en un alguacil conocido como 'El Chano'.
Estas son solo unas pinceladas, un tanto anecdóticas, sobre el Museo Cristo de la Sangre de Murcia, que en palabras de su director "constituye uno de los grandes patrimonios culturales 'periféricos' de la ciudad de Murcia" y es "uno de los espacios de exhibición de arte más sugerente, moderno y funcional de todo el panorama autonómico". Además de constituir "uno de los ejemplos más exitosos de colaboración público/privada en materia cultural de la historia reciente de la Región de Murcia", ya que el Ayuntamiento de la capital cedió a la Archicofradía de la Sangre unas dependencias sin uso alguno y ésta las puso en valor a través de sus propios fondos.
La visita merece la pena.

- Museo de la Sangre -
Sobre Robert Simoni
Para acabar, unos apuntes sobre Robert Simoni, el autor del Apostolario, quien además expuso en enero de este año en el Museo de la Sangre la muestra Ecos de la Tierra y el Espíritu. Nacido en Shkodër (Albania) en 1981, su formación y experiencias en Grecia, España y Canadá han nutrido una visión artística profundamente rica y multicultural, según apunta desde el museo. Su adolescencia en Atenas discurrió bajo la tutela de la Acrópolis, con el continuo visitar los museos atenienses, especialmente el Benaki, la Galería Nacional y el Arqueológico. Durante sus estudios de Secundaria, copiaba incesantemente torsos, cabezas, pies, manos, en cuadernos que siempre llevaba consigo.
A los dieciocho años se trasladó con su familia a Toronto. Allí ingresó en el Sheridan College, donde realizó enseñanzas artísticas y comenzó a interesarse por los grandes maestros de la pintura como Velázquez, Toulouse Lautrec, John Singer Sargent, Palazuelo, etc. Terminados los estudios, se dedicó al diseño y realización de vidrieras. Una treintena larga de ellas, de gran formato, le fueron encargadas por la parroquia de St. Gregory de Toronto, en las que destaca un Apostolado completo y escenas del Nuevo Testamento.
De su obra en Murcia, destacan los retratos realizados en la Galería Efe Serrano de Cieza; los del Instituto Alfonso X el Sabio, de Murcia (de los directores Jiménez Madrid y Collado Mena), los de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI para la parroquia de El Salvador, de Caravaca. Durante su estancia en Murcia, realizó exposiciones como Noche de Coloraos y Evocaciones, en las que exploró la cultura local a través de una perspectiva personal, combinando tradición y modernidad.

- San Bartolomé -