CARTAGENA. Hacía cosa de una década que el ilustrador y diseñador gráfico cartagenero Diego Lizán no exponía sus ilustraciones. Por lo menos en la Región, porque sí que lo ha hecho anteriormente en países como Alemania o Filandia. Y es que en los últimos años, este reconocido creativo ha estado recibiendo numerosos encargos de clientes de diferentes partes del mundo, como Francia o Grecia, lo que le ha dejado poco tiempo libre. Por este motivo, y por el escenario elegido, es tan especial la exposición que actualmente tiene en Cabo de Palos bajo el título de Geometrías vitales. La muestra se puede visitar durante este mes de mayo en el nuevo espacio multifuncional y multicultural que ha 'aderezado' al pueblo costero con el nombre de Salero 11 (que es a su vez como se llama la calle donde se encuentra).
Una veintena de ilustraciones realizadas como trabajos personales -excepto una de Caravaca que fue un encargo- componen esta exposición en la que Diego Lizán ha reunido obras en las que se aprecia el cambio de estilo que experimentó hace cinco años, a raíz de la pandemia, cuando la geometría comenzó a cobrar un mayor peso en los universos mágicos que brotan de su imaginación. Recuerda el artista que fue a raíz del encargo que le hizo una editorial griega con la que ha trabajado, que le pidió que enfatizase este aspecto de su trabajo, cuando empezó a potenciar esas formas geométricas con las que se siente muy cómodo.
"Antes era mucho más suelto y más anárquico, pero creo que la pandemia hizo mella de alguna forma en eso", apunta el creativo, que en una especie de retroalimentación entre el diseñador y el ilustrador ha encontrado un estilo único y muy reconocido (además, de reconocible). De hecho, explica que "utilizo la ilustración como medio para el diseño gráfico, en vez de usar una foto, y al final ambas facetas han ido confluyendo".
Pero si algo distingue las ilustraciones de Diego Lizán es el uso del color. "El color es mi seña de identidad. De hecho, y esto creo que es importante, mis dibujos no tienen contorno, es el color lo que marca la forma realmente. Creo que es lo más característico de mi trabajo, ya que otros ilustradores usan mucho el contorno, la línea negra, y luego rellenan de color. Yo prescindo totalmente del contorno", explica sobre unas ilustraciones que tienen un carácter lúdico y están llenas de personajes imaginarios.
Calma en el Cabo

- Detalle de la ilustración de Cabo de Palos -
Una de estas ilustraciones dedicada a Cabo de Palos ha cobrado una especial relevancia. Y es que cuando Belén Valera decidió abrir junto a Nuria Martínez un espacio tan personal como Salero 11 -lleno de creatividad y artesanía-, le pidió a Diego Lizán una ilustración del pueblo de pescadores para hacer merchandising (camisetas, tazas, libretas...) bajo la marca 'Calma en el Cabo'. A la hora de realizarla quiso destacar lo más típico del lugar, algo que no le fue difícil, ya que conoce bien el pueblo "Soy de cerquita, de El Llano; desde mi casa se ve el mar", apunta. Así que ha representado el faro, un poco del pueblo, el puerto y el submarinismo. "Creo que está teniendo bastante éxito y, al final, si se difunde mucho contribuirá a crear una imagen más sólida de Cabo de Palo", añade.
Formado en la Escuela de Arte de Murcia, Diego Lizán ha desarrollado su trayectoria profesional en diferentes empresas del sector de la comunicación y el diseño gráfico, destacando su labor como director de arte en el estudio de Comunicación Señorazul. Fue miembro fundador del colectivo Ilustra en Murcia. Actualmente trabaja como freelance para empresas de ámbito local, nacional e internacional. En sus ilustraciones crea mundos llenos de personajes imaginarios y reales, coloristas pero sosegados, alegres y llenos de pequeños detalles. Cualquier soporte y técnica le ayudan a crear e ilustrar libros, carteles, catálogos de arte, objetos, murales, esculturas, ilustraciones, imágenes de marca, juegos y juguetes…
Además, junto a Fran Bermejo dirige FYD Museum, el museo de art toys, juguetes y colecciones que se puede visitar en el barrio del Carmen de Murcia; un espacio lleno de creatividad e imaginación que tiene al lado de su propio estudio, por lo que no es de extrañar que no le falte la inspiración.