CARTAGENA. El infortunio de un barco fenicio que naufragó hace más de tres mil años en la costa de San Javier -en una zona considerada como una trampa para navegantes, frente a la costa de La Manga del Mar Menor y junto a la isla Grosa- se ha convertido en una importante fuente de conocimiento para asomarse a la historia y la cultura de uno de los pueblos más fascinantes del mundo antiguo. Fenicios. Mercaderes del Mar es el título de una exposición en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática ARQVA de Cartagena que muestra por primera vez en un solo espacio la mayor parte del cargamento que transportaba esta embarcación, un material custodiado por el museo y de extraordinaria importancia para los estudios sobre la sociedad fenicia. La exposición se podrá visitar hasta el 24 de mayo con entrada gratuita.

Entre los restos del pecio fenicio 'Bajo de la Campana', un referente de la arqueología subacuática, se encuentran, tal y como detalla la documentación de la muestra, objetos cotidianos que evocan cómo vivían los marineros fenicios, como alimentos (almendras, piñones y aceitunas), utensilios de trabajo, lucernas para iluminar, el mango de un abanico y hasta una posible flauta que hace pensar en los momentos de descanso de la tripulacion.

Además, la carga recuperada evidencia que se trataba de un barco mercante de entre 15 y 20 metros de eslora, diseñado para navegar grandes distancias. A bordo, se transportaban materias primas como estaño, cobre y marfil, junto a productos manufacturados. Destacan desde la muestra que destaca, por ejemplo, el mobilario metálico (una cama), ámbar báltico, recipientes de alabastro o huevos de avestruz decorados. Muchos de estos objetos han llegado facturados, pero en esta exposición dan testimonios de cómo eran piezas procedentes de las colecciones del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, del Museo de Cádiz, del Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, del Museo de Huelva y del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera. 

Gracias a la excavación de este pecio, señalan desde el Ministerio de Cultura, ha sido posible confirmar diversos aspectos clave, como la existencia de rutas comerciales fenicias a lo largo del litoral regional, la explotación de los recursos naturales de la península ibérica, la influencia cultural ejercida sobre las comunidades locales y la consolidación de un complejo sistema de intercambio que conectaba todo el Mediterráneo. La relevancia de estos hallazgos ha trascendido las fronteras nacionales, situando al Bajo de la Campana en el centro de conferencias, simposios y estudios internacionales desde hace varias décadas.

Cabe recordar que el Bajo de la Campana, una elevación volcánica sumergida y apenas visible desde la superficie, ha sido durante siglos una zona muy peligrosa para los navegantes, habiendo sido escenario de numerosos naufragios. Allí fue localizado, en los años cincuenta, este barco fenicio, que destaca por su tamaño, la singularidad de su carga y la información que aporta sobre la navegación fenicia. Y es que este pueblo de mercaderes destacó por su pericia marinera y sus conocimientos astronómicos, impulsando el comercio y el intercambio cultural entre los diferentes puertos en los que comerciaban. De hecho, establecieron una red comercial sin precedentes.

Actualmente, de los seis pecios fenicios excavados y estudiados en profundidad en el Mar Mediterráneo, tres han sido hallados en las costas españolas, concretamente en la Región de Murcia. Dos en la bahía de Mazarrón y el tercero en el municipio de San Javier. A este último, el ‘Bajo de la Campana’, se dedica esta exposición y una publicación. A la inauguración de la muestra asistieron el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, y el concejal de Patrimonio de Cartagena, Pablo Braquehais.