Como muchos ya saben, la exalcaldesa Ana Belén Castejón, pedía hace un par de semanas la posibilidad de compatibilizar su puesto como concejala del Grupo Mixto -su formación es Sí Cartagena- con labores de asesoría a una empresa vinculada a un familiar. El Pleno de Cartagena debía respaldar esta compatibilidad, donde se reduce en un 25% su sueldo, en votación que se produjo este mismo jueves. Hubo dos momentos durante esa votación que no pueden pasar desapercibidos y que tienen su intrahistoria, que aquí vamos a contar.
Cuando la secretaria del Pleno pasa al punto donde debía votarse dicho asunto, hay una concejala del PSOE, Isabel Andreu, que sale de la sala -para el que lo quiera comprobar, está en el video del pleno en Youtube, minuto 25’20”-. Unos segundos más tarde se produce la votación y a favor lo hace Ana Belén Castejón. La secretaria pregunta por ‘votos en contra’ y la concejala mira a un lado y otro de la bancada donde se sitúa para ver quién levanta la mano. Nadie lo hace, todos deciden abstenerse y la exmilitante del PSOE, con su único voto, consigue el respaldo plenario.
Pero hasta ese jueves no había sido una semana fácil para Castejón, al menos no se lo habían puesto fácil sus excompañeros de partido. En la Comisión de Hacienda del pasado lunes, previa al Pleno, el portavoz de los socialistas, Manuel Torres, advertía de que aunque él se abstendría en la votación, había dado libertad de voto al resto de sus concejales -otros tres- para que decidieran si votar a favor, en contra o abstenerse. Hasta dos concejales de su partido -Andreu y Fulgencio Soto- le habían manifestado a Torres su intención de votar en contra de esa compatibilidad. Habrían quebrado, al menos de momento, la voluntad de Castejón de ejercer esa asesoría que pretendía y, además, se hubiera consumado la necesidad que algunos habían manifestado de ‘desquitarse’ con la actitud ‘beligerante’ -afirman los propios socialistas-, que Castejón y miembros de Sí Cartagena han tenido en las últimas semanas con el PSOE y con algunos de sus miembros.
No han caído bien varios movimientos que ha protagonizado Castejón estos días. El primero, aquellas palabras de la exalcaldesa en el diario La Opinión en las que acusó al PSOE, quien negoció en un pleno de organización asegurarse cinco trabajadores 'a cambio de que a mí no me dieran ni agua. Por otro lado, ante la pregunta: ‘¿Quién ha hecho fuerte a Noelia Arroyo, el PSOE o Vox?, Castejón contestaba: 'El PSOE'.
El segundo fue el 'menosprecio', en forma de artículo de opinión, que un militante/simpatizante de Sí Cartagena ha manifestado respecto a la concejala Isabel Andreu -hizo una broma en un Pleno al buscar debajo de la silla a Castejón, ausente en ese momento-. De “mala imagen, de la falta de valores, educación y de que vale ‘todo’ en política” calificó Ana Belén aquello.
Por último, y para añadir más leña al fuego, el hecho de que la exalcaldesa comparase su negociación con el PP de Arroyo para gobernar al alimón en Cartagena la pasada legislatura -motivo por el que fue expulsada-, con la situación actual, cuando Francisco Lucas tendía la mano a una negociación con el PP para darle viabilidad a los Presupuestos regionales. "Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga", algo así vendría a resumir la nueva etapa del PSRM’, decía Castejón en sus redes sociales hace unas semanas.
Había ganas en la bancada socialista, tenían ganas a Ana Belén de enmendarle un revés… político y su momento era el de la compatibilidad de sus funciones. De ahí que se palpase nerviosismo este jueves, que algunos no quisieran estar presentes en la votación por si se escurría ‘accidentalmente’ el brazo hacia arriba con el voto en contra, o que otra, en este caso Ana Belén, mirara con atención los brazos de unos y otros por si se rompía la disciplina de voto, se alteraba el orden establecido y le daban el día, que menuda semana había vivido hasta entonces.
Finalmente, los concejales socialistas se abstuvieron. El secretario general del partido en Cartagena tuvo que trabajar a fono para convencer a sus compañeros, que veían este asunto una afrenta y hacerles ver a ellos y algunos más que el camino es el del trabajo político y no el de enfrentamiento personal. Aun así, sí que supieron mantener el suspense hasta el último minuto.