CARTAGENA. El diseño de los 'módulos habitat' que hay en las naves espaciales ha inspirado esta casa que mira al futuro y que ha aterrizado frente al Puerto de Cartagena, sobre una construcción situada en lo alto de la Muralla del Mar, "colonizándola y dotándola de los servicios necesarios para transformarla en un hogar confortable y funcional". Así lo explican desde el estudio de arquitectura cartagenero meii, que se ha encargado de hacer orbitar este proyecto para "una familia internacional de espíritu nómada y aventurero".

Para ella han creado una vivienda muy especial -y espacial-, en la que un módulo central compacto, innovador y futurista, condesa los servicios esenciales (cocina, baños, almacenamiento...), en contraste con el espacio que le rodea, que es cálido y muy 'terrestre', definido por texturas naturales y geometrías orgánicas que invitan a la relajación.

Lo que ha hecho meii Arquitectura en esta casa de 200 metros cuadrados, con unas magníficas vistas del Puerto de Cartagena, es poner en práctica un legado de la exploración espacial: la capacidad de optimizar al máximo los espacios habitables. Y es que en las naves espaciales los llamados 'módulos hábitat' funcionan como unidades autónomas y compactas que concentran en su interior todas las necesidades básicas para la vida en el espacio. 

Lo mismo ocurre en el núcleo funcional compacto de esta casa, que permite liberar superficie útil y facilita una distribución interior más flexible y fluida. La concentración de todas los servicios esenciales en un único volumen no solo optimiza el espacio, sino que reduce costes de ejecución y simplifica el mantenimiento, según señalan los arquitectos, ya que "al agrupar redes de fontanería, saneamiento, electricidad y climatización en un cuerpo accesible y ordenado, se mejora la eficiencia técnica y la claridad del sistema constructivo".

Envolvente brillante y translúcida

Para construir este modulo espacial se ha optado por una estructura metálica prefabricada y paneles de policarbonato multicapa que aíslan del exterior pero dejan visibles las instalaciones. "Su envolvente brillante y translúcida refleja el entorno y refuerza su carácter tecnológico. Los accesos al núcleo se señalan mediante pantallas LED que activan la fachada como una interfaz legible y activa", explican desde el estudio de arquitectura.

En el interior del módulo, "las estancias se organizan a través de una cuidada estrategia cromática que define su carácter. Algunas se resuelven en una única tonalidad viva, aplicada en superficies satinadas y limpias, generando una identidad visual clara. Otras recurren a transiciones de color en degradado, creando ambientes dinámicos que intensifican la percepción espacial", añaden.

Este carácter futurista y tecnificado del módulo contrasta con el entorno inmediato, concebido como un espacio cálido y natural. "Suelos arenosos y paredes rugosas, sin líneas rectas ni blancos puros, conforman un paisaje orgánico y acogedor", apuntan los arquitectos, quienes se han basado en criterios de neuroarquitectura y confort ambiental. "A través de geometrías orgánicas, texturas naturales y una paleta cálida, se configura un espacio que favorece la conexión con el lugar y el bienestar del usuario", destacan.

Pero que nadie se piense que en los viajes espaciales o en futuros asentamientos de humanos en otros planetas habrá que renunciar al arte. No es así al menos en esta vivienda/nave espacial, donde sus tripulantes/habitantes pueden disfrutar tanto la vida cotidiana como de encuentros sociales y eventos diversos. Y es que esta casa que mira al mar está salpicada de obras de arte y de diseño de prestigiosos artistas y firmas de la Región de Murcia, como pueden ser DelAmorYlaBelleza, Sancal, PottProject, Catalina Catarsis, SomosFino, martasanchez ia, Omar Miranda o Gonzalo M.Moreno.

Porque, al final, estas son las cosas que definen a los terrícolas.