La constructora Tecopsa lleva varias semanas desmantelando los antiguos almacenes en los que la Autoridad Portuaria de Cartagena tiene diferentes dependencias en el barrio de Santa Lucía para, posteriormente, iniciar la construcción de la nueva sede administrativa del organismo portuario.

El complejo actual está formado por diferentes edificaciones que se han ido agregando en base a las necesidades que la actividad portuaria iba demandando en el tiempo. Sobre una edificación o nave taller se han ido solapando y ampliando diferentes construcciones que han permitido mantener una creciente actividad portuaria. 

Las principales funciones desarrolladas en estas instalaciones son: labores de Control Portuario, Cruz Roja, Policía Portuaria, Guardia Civil del Mar, FRONTEX, SASEMAR, GEAS, sindicatos, aulas de formación e informática, oficinas y despachos, marinería, talleres, almacenes, archivo, aparcamiento de vehículos al aire libre, etc. Todas estas actividades han ocupado diferentes edificaciones desperdigadas por la parcela, de algo más de 11.000 metros cuadrados.

Son dos los años proyectados para este proyecto constructivo, uno de los más importantes en el barrio no solo por la operatividad que ganará la APC sino por el proceso de transformación que prometen con el mismo. Recordemos que la nueva sede contará con una superficie de 2.500 metros para la que se han invertido 9,1 millones de euros.

El edificio se compondrá de dos volúmenes perfectamente maclados y que deben su forma y altura a la función que cada uno desempeña. El más bajo de todos es el más extenso en ocupación. Se trata de un cuerpo rectangular, dividido longitudinalmente por un patio-pasillo que ocupa su eje central, quedando a ambos lados las diferentes áreas y sectores de trabajo. El segundo cuerpo, más elevado, debe su altura a la labor de control y seguimiento que se realiza sobre las embarcaciones que cada día arriban o abandonan la ciudad (Sala de Control).

 El plan incluye una urbanización de 11.000 metros cuadrados que estará destinada a zonas verdes, áreas de ocio y espacios infantiles, con el objetivo de crear un entorno más accesible y agradable para los ciudadanos.

Además, en los próximos meses se abrirá un proceso de participación ciudadana para recoger sugerencias y aportaciones que ayuden a enriquecer el proyecto. Pretenden, por tanto, que esto sea un proceso participativo con los vecinos para que se sientan parte de este gran cambio.