Navantia ha lanzado una licitación en su dársena de Cartagena para contratar a un Consejero de Seguridad que supervise todas las operaciones relacionadas con el transporte de mercancías peligrosas, incluyendo bioetanol, propano, combustibles, productos químicos y otros materiales inflamables o tóxicos utilizados en la construcción naval.
El objetivo es garantizar que la carga, descarga y traslado de estos materiales se realice cumpliendo la normativa internacional de seguridad (ADR 2025) y las condiciones de la Autorización Ambiental Integrada otorgada por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
Además de la supervisión, el contrato incluye la formación de unos 50 trabajadores del astillero, quienes recibirán capacitación específica en el manejo seguro de mercancías peligrosas y se actualizarán en la normativa vigente. La formación contará con documentación técnica y se realizará durante una visita del Consejero de Seguridad a las instalaciones.
Con esta medida, Navantia busca reforzar la seguridad y el cumplimiento legal en sus operaciones, protegiendo tanto al personal como al medio ambiente, y asegurando la correcta manipulación de materiales peligrosos en la Dársena de Cartagena.
Hay que recordar que Navantia Cartagena gestiona cada año alrededor de 2.288 toneladas de residuos peligrosos generados por su actividad industrial en la dársena. Dentro de este volumen destacan hasta 500 toneladas de soluciones acuosas de limpieza con sustancias peligrosas, que se envían a reciclaje, además de unas 200 toneladas anuales de soluciones ácidas, 300 toneladas de aguas oleosas (mezclas de agua y aceite) y unas 60 toneladas de tierras y piedras contaminadas.
Entre los residuos peligrosos destacados se encuentran:
- Aguas oleosas (agua y aceite): 300 toneladas/año.
- Solución acuosa de limpieza con sustancias peligrosas: 500 toneladas/año.
- Materiales de construcción que contienen amianto: 70 toneladas/año.
- Arena de chorreo: 2.000 toneladas/año (considerada peligrosa si contiene sustancias peligrosas).
Estas cifras reflejan el peso de la industria naval en la zona y la necesidad de contar con sistemas de gestión ambiental muy controlados para tratar y destino final de todos estos materiales.Navantia establece criterios de economía circular en sus políticas, con el objetivo de invertir el modelo tradicional en favor de uno nuevo en el que la prevención (reducir su generación) y valorización de residuos (reutilización, reciclado o valorización energética) sean las principales directrices. Así, materiales que hasta hace poco eran considerados residuos inservibles se han convertido en materia prima para otros procesos, alargando su ciclo de vida y minimizando el impacto ambiental de la compañía.
