La concejal de Hacienda de MC Cartagena, Isabel García, ha valorado este viernes la aprobación de la Junta de Gobierno local, "una vez más sin transparencia y con nocturnidad administrativa, del Plan Económico-Financiero 2025-2026 y las ordenanzas fiscales del próximo ejercicio", señala en un comunicado la formación. “Un movimiento que en cualquier municipio serio se debatiría, se explicaría y se confrontaría; pero que en el universo paralelo de Noelia Arroyo se reduce a un trámite opaco y endogámico”, ha denunciado, recordando que, como denunció ayer el líder de MC, Jesús Giménez Gallo, en el Debate sobre el Estado del Municipio, ni los expedientes se comparten, ni los números se explican, ni el Ayuntamiento actúa como una institución abierta al servicio de los cartageneros.
La formación cartagenerista denuncia que el Gobierno local parece haberse instalado el País de las Maravillas, "donde las cosas se dicen al revés de lo que son". “Solo los malos gobernantes suben impuestos”, ha llegado a decir Arroyo. Hoy, señalan, los sube ella. “Pero no de frente, sino como acostumbra: a la escondida, disfrazándolo de medida técnica, con un parche que oculta una mala planificación, una economía intervenida y una gestión que vive al día”, explica García.
La edil cartagenerista incide en que el desequilibrio de 4,9 millones de euros reconocido en 2024 no es un accidente, "sino el resultado de una forma de gobernar que presume y no calcula, que vive del titular pero no del presupuesto”. “Lo maquillan con un Plan Económico-Financiero y con un acuerdo de recortes por valor de 3,6 millones, mientras mantienen la presión fiscal y se preparan para revisar al alza el impuesto de vehículos y subir el IBI a los solares sin edificar”, puntualiza.
García explica que la medida, presentada como un impulso a la vivienda, culpabiliza al pequeño propietario en lugar de reconocer que es el PP quien ha bloqueado el desarrollo urbanístico del municipio, impidiendo el acceso al suelo, la inversión y la edificación en muchas zonas de Cartagena.
“Mientras tanto, el superconcejal Ignacio Jáudenes, que compatibiliza la Cultura y la Hacienda como si ambas fueran decorado, sigue de acto en acto junto a la alcaldesa, sin tiempo, al parecer, para leer los informes, revisar la ejecución presupuestaria ni controlar el rumbo económico del municipio”, critica la concejal cartagenerista. “Porque en este Ayuntamiento, las fotos pesan más que los datos, y los focos más que la gestión”, sostiene.
“Y por si fuera poco, Vox acepta la subida fiscal sin rechistar, probablemente como penitencia, después de que su portavoz reconociera que el mismísimo Antelo conocía la propuesta de moción de censura contra Arroyo”, recalca García. “La fuerza que venía a regenerar la política se ha rendido al sillón, convirtiéndose en cómplice silencioso de esta deriva”, finaliza.