Cartagena

La planta de biogás junto al polígono industrial de Los Camachos prende la alarma entre empresarios y vecinos

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Las empresas del Polígono Industrial de Los Camachos, en Cartagena, han alzado la voz contra el proyecto de una planta de biogás que se quiere instalar a solo 350 metros de sus naves. Denuncian que supondría un grave riesgo para la salud, la seguridad y la economía local. Entre las firmas instaladas en el polígono del sector alimentario se encuentran Martínez Nieto. Algunas de ellas consideran que éste puede ser un golpe directo a su actividad.

El proyecto, promovido por la empresa Heygaz Cartagena S.L.U., prevé tratar 65.000 toneladas de residuos orgánicos al año. Los promotores lo presentan como una apuesta por la economía circular y la energía renovable. Pero los empresarios del polígono no lo ven así: hablan de olores insoportables, contaminación del aire, riesgos de explosión, filtraciones al Mar Menor y un tráfico constante de camiones cargados de desechos que pondría patas arriba la zona.

Concentración hoy en el Polígono contra la planta

Además, una plataforma en contra de la instalación ha ha convocado para este martes una concentración a las 13:00 horas en el Asador Juan Manuel (C/ Carbono, parcela 107, Polígono Industrial de Los Camachos), para manifestar "nuestro rechazo al proyecto de macroplanta de biogás que la empresa Heygaz Spain S.L. pretende instalar en esta zona estratégica de Cartagena".

En un estudio elaborado por David Avilés, del Centro de Estudios Europeos, se alerta además de que este tipo de plantas suele generar problemas de salud pública -afecciones respiratorias, insomnio, dolores de cabeza o irritaciones- y provoca pérdida de valor en las propiedades cercanas. El documento también recuerda que la ubicación elegida incumple la recomendación de situar este tipo de instalaciones a más de tres kilómetros de áreas habitadas.

Pero para ahondar más en el asunto, el estudio científico citado (Stoleka y Rusin, Renewable and Sustainable Energy Reviews, 2021), y recogido por el CSIC, detalla los principales riesgos asociados a las emisiones de una planta de biogás, centrados en los gases que genera y sus efectos tanto en la salud humana como en el medio ambiente.

Principales riesgos identificados

  • Dióxido de carbono (CO2)
    Es incoloro e inodoro, lo que lo hace indetectable a simple vista incluso en altas concentraciones. Puede ser letal según el nivel y la duración de exposición:

    • Del 2-5%: provoca dificultad respiratoria, dolores de cabeza y zumbidos.

    • Del 8-10%: acelera el pulso, eleva la presión arterial y causa confusión.

    • Del 10-20%: puede provocar alucinaciones, pérdida de conciencia y convulsiones.

    • Más del 20-30%: riesgo de muerte inmediata.
      Además, es un gas de efecto invernadero clave en el cambio climático.

  • Metano (CH4)
    Es el principal gas de interés en las plantas de biogás. Aunque no es tóxico en sí, presenta varios riesgos:

    • Altamente inflamable (punto de ignición a 540 °C).

    • Contribuye al cambio climático con un efecto invernadero muy superior al CO2.

    • Es precursor del ozono troposférico, responsable de más de un millón de muertes prematuras por enfermedades respiratorias a nivel global.

    • Al quemarse genera partículas PM2.5 (carbono negro) dañinas para la salud cardiovascular y respiratoria.

  • Amoníaco (NH3)
    Tiene fuerte capacidad tóxica, cáustica e irritante:

    • Puede formar mezclas explosivas en espacios cerrados.

    • Afecta gravemente al sistema respiratorio (tos, dificultad para respirar, edema pulmonar).

    • Causa daños oculares severos, lagrimeo y dolor intenso.

    • En contacto con la piel provoca quemaduras químicas profundas y, en estado líquido, congelación.

    • Su toxicidad depende tanto de la concentración como del tiempo de exposición.

  • Sulfuro de hidrógeno (H2S)
    Es un gas muy inflamable, conocido por su característico olor a huevos podridos, que ninguna planta de biogás logra eliminar totalmente:

    • Incluso en bajas concentraciones genera olores nauseabundos que afectan a la calidad de vida en radios de 1-2 km.

    • Causa depreciación del valor de viviendas hasta en radios de 5-10 km.

    • Es tóxico, se absorbe por la respiración e incluso por la piel, y puede provocar intoxicaciones graves.

    • A nivel ambiental contribuye a las lluvias ácidas, dañinas para suelos, acuíferos y ecosistemas.

El funcionamiento de una planta de biogás conlleva riesgos significativos para la salud laboral, la población cercana y el entorno ambiental debido a los gases generados (CO2, CH4, NH3 y H2S). Estos riesgos incluyen incendios o explosiones, problemas respiratorios, irritaciones oculares y cutáneas, pérdida de calidad de vida por olores persistentes y repercusiones económicas como la depreciación de viviendas. Además, las emisiones contribuyen al cambio climático y a la contaminación atmosférica.

Rechazo del vicepresidente de la Cámara de Comercio de Cartagena

En esta misma línea, el vicepresidente primero de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cartagena, J. Javier Gómez-Vizcaíno Castelló, ha manifestado su rechazo frontal al proyecto. Como propietario de una parcela en Los Camachos, advierte de que estas instalaciones están clasificadas como actividades peligrosas y constituyen “una seria amenaza” para las empresas del polígono y para las poblaciones limítrofes como Los Beatos, Roche, La Aparecida, La Unión o Los propios Camachos.

Gómez-Vizcaíno recuerda que este tipo de plantas acarrean habitualmente problemas de olores, contaminación del aire y del subsuelo, así como riesgos para la salud de trabajadores y vecinos. Destaca también la amenaza de posibles filtraciones que afectarían a los acuíferos del Mar Menor, “un espacio que ya se encuentra en una situación de extrema fragilidad”.

El representante cameral insiste en que en otras zonas de la Región los empresarios han rechazado proyectos similares precisamente por su peligrosidad y por los efectos que podrían tener en la devaluación de los polígonos y la pérdida de oportunidades de inversión. En su opinión, la ubicación adecuada para este tipo de industrias en Cartagena debería ser el Valle de Escombreras, donde ya se concentra el polo energético regional.

Frente a la planta de biogás, Gómez-Vizcaíno defiende que lo que realmente necesita Los Camachos es el desarrollo de una Zona de Actividades Logísticas (ZAL) con conexión ferroviaria y una Ciudad del Transporte capaz de absorber la saturación actual del depósito franco de Santa Lucía. "No tiene sentido una ampliación mínima del 20%”, asegura, “cuando lo que hace falta es triplicar la capacidad actual para reforzar el futuro económico de Cartagena y su comarca".

Los supuestos beneficios de la planta, según el análisis de los empresarios y expertos consultados, serían mínimos: apenas unos pocos empleos y ningún retorno significativo para la comunidad. En cambio, los riesgos y las molestias podrían marcar el futuro de la zona. La batalla por la planta de biogás de Los Camachos apenas empieza, pero ya ha encendido todas las alarmas en Cartagena y su entorno.

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