Cartagena está a las puertas de una intervención clave en su red de abastecimiento de agua. La Mancomunidad de los Canales del Taibilla (MCT) ha sacado a licitación un ambicioso proyecto valorado en más de 3,6 millones de euros para renovar conducciones antiguas, mejorar la conexión con el depósito de Alumbres y asegurar el suministro a núcleos urbanos e industriales como el Valle de Escombreras.
Se trata de una actuación largamente esperada, especialmente tras los problemas sufridos en los últimos años por roturas y limitaciones del sistema actual. Una red que, como tantas otras infraestructuras hidráulicas del sureste español, empieza a acusar el paso del tiempo y las tensiones de la demanda.
El proyecto contempla, en primer lugar, la instalación de una nueva conducción de fundición dúctil de 600 mm de diámetro, que discurrirá paralela a otras tuberías ya existentes a lo largo de casi 2 kilómetros, desde la rotonda del Escudo hasta la vía verde junto a la línea férrea Chinchilla-Cartagena. Esta fase sustituirá a una antigua tubería de hormigón armado que lleva años fuera de servicio. Además, se conectará con tomas clave para abastecer a zonas como Barrio Peral, el Polígono y Barrios Nº1.
Pero lo más relevante, quizás, está en Alumbres, donde se intervendrá para resolver uno de los cuellos de botella más incómodos para los técnicos: la imposibilidad actual de alimentar directamente el ramal de Escombreras desde el depósito. Las nuevas actuaciones permitirán regular el caudal, duplicar las entradas y salidas y facilitar una gestión mucho más flexible de la red.
La obra, eso sí, no solo será técnica. El pliego incluye trabajos de integración ambiental, lo que apunta a un enfoque más respetuoso con el entorno urbano y natural por donde discurrirá la infraestructura. Es un detalle que, aunque pueda parecer menor, empieza a pesar más en los criterios de adjudicación.
Y es que no hablamos de una obra cualquiera. Cartagena, a diferencia de otros municipios, sigue dependiendo en parte de una red de distribución mixta entre alta y baja presión, heredada de una época en que la MCT no solo abastecía a los hogares, sino también a industrias estratégicas en el entorno del puerto.
La verdad es que esta dualidad ha generado no pocas complicaciones a lo largo de los años. Algunas de las conducciones actuales, de hecho, atraviesan zonas densamente pobladas o han quedado obsoletas por el crecimiento de la ciudad. El sistema Tentegorra-Alumbres-Escombreras, tras una importante rotura, funciona ahora con capacidad reducida y sin algunos tramos clave en servicio.
Fruto de esa situación, la Mancomunidad encargó un estudio técnico que revisó todas las opciones posibles para reforzar el suministro, teniendo en cuenta las necesidades reales de Cartagena y del tejido productivo que se nutre del agua del Taibilla.
Finalmente, la opción elegida ha sido esta: una solución estructural, no cosmética, pensada para perdurar.
La licitación se tramitará por procedimiento abierto y ordinario, con criterios de adjudicación basados en la mejor relación calidad-precio. No hay favoritismos ni atajos. Solo un expediente técnicamente complejo y estratégicamente vital para la ciudad.