La vida son etapas y la de Fuensanta Martínez Pagán al frente del quiosco de la Plaza San Francisco cerró el pasado 30 de mayo y este martes 3 de junio recibirá un pequeño homenaje por parte de sus vecinos. No hay sucesión posible tras tres generaciones al frente y, salvo un traspaso, el cierre será definitivo. “Empezó mi abuelo Juan Pagan Lozano. Después mi tío, Fulgencio Pagán López. Se lo cedió a su hermana Isabelita, que era mi madre, pero lo llevó mi padre muchos años Francisco Martínez.Y ya luego yo”, afirma Fuensanta.

- Imagen del primer quiosco original. -
- Foto: Fuensanta Martínez Pagán.

- Segundo modelo de quiosco. -
- Foto: Fuensanta Martínez Pagán.
“No hay sucesión posible porque mi hija es ingeniera y ya, salvo que se realice un traspaso…Pero claro, para eso habría que actualizar las normas de venta, que dependen del Ayuntamiento y están obsoletas. Dicen que las van a cambiar, pero de momento nada”, apunta sobre el futuro de los quioscos. “Me voy por jubilación, porque ya ni podía cogerme vacaciones salvo algún finde contado…Esto es una cadena porque cada día tienes que devolver lo que no has vendido para que no te engorde la factura. Como ya tenía los 40 años cotizados, he decidido terminar”, afirma la veterana quiosquera.
La suya es toda una vida, primero sus padres y luego ella, ligada a la venta de prensa. “Me da pena por los vecinos, porque los que ahora me compran a mí, sus padres le han comprado a los míos. El otro día me montaron una pequeña fiesta”, apunta Fuensanta. “Lo más destacable del trabajo ha sido la gente. Lo mejor”, señala. “Le vendía a Hacienda, el Ayuntamiento, que no podías fallar ningún día…Ha sido todo muy familiar”, añade con algo de nostalgia.

- Tercer modelo de quiosco. -
- Foto: Fuensanta Martínez Pagán.
Lo cierto es que nunca pensó en tener esta vida. Al menos como primera opción. “Yo nunca pensaba quedarme con el quiosco. Yo estudié Turismo en Murcia. Mi madre se puso mala, que era la titular del quiosco, pues como yo estaba en el paro me puse como autonomo. Al fallecer mi madre, ya seguí yo”, señala Fuensanta. “Hace muchos años, podías recoger el certificado de penales. Mi padre tenía un contacto en Madrid, en una semana lo podías tener. Si ponías tramitar con urgencia, podían ser 3 o 4 días. Ya cuando empecé yo, estaba el fax y para muchos inmigrantes que necesitaban ese certificado para trabajar, yo ya se lo daba”, apunta la quiosquera como dato curioso.

- Tercer modelo de quiosco. -
- Foto: Fuensanta Martínez Pagán.
Más allá de la labor de venta de revistas y prensa, el quiosco ha sido punto de encuentro de muchos vecinos para tertulias improvisadas. “Muchos trabajadores jubilados de las distintas entidades bancarias que han estado por la zona seguían reuniéndose sobre las 12.30h y comentaban la jornada de fútbol, la actualidad…Ahora muchas veces me tomaba alguna cerveza, vigilando el quiosco desde una terraza cercana”, afirma Fuensanta.
Tras 88 años de vida del quiosco, se podrían contar mil anécdotas. “Un día apareció Trillo, el ex ministro, en bici rodeado de guardaespaldas. Y otro le cambié el nombre al actor Miguel Rellán por el de un periodista del corazón del mismo apellido”, comenta entre risas Fuensanta.

- Modelo actual de quiosco. -
- Foto: Fuensanta Martínez Pagán.