CARTAGENA. Si paseamos por el centro de Cartagena y atravesamos el antiguo perímetro del cementerio de Santa María hacia la calle mayor, justo al lado de Capitanía General, llamará nuestra atención un pedestal de mármol con el escudo de la ciudad y sobre él tres nazarenos, un adulto que acompaña a unos niños que te están ofreciendo el típico caramelo 'sepulcro'. Una escena tan entrañable como habitual en los días de Semana Santa. A pesar de que ha tenido varias ubicaciones a lo largo de las últimas décadas (como por ejemplo en la plaza anexa a la Plaza de España, Plaza Puertas de Madrid) en la actualidad se encuentra en la Plaza de San Sebastián, enfrente del Gran Hotel y en el lugar en donde Juan Soler Cantó en Calles de Cartagena ubicaba la antigua Ermita de San Sebastián, de la que se decía que se encontraba a escasos metros de la Ermita de la Virgen María, hoy a la entrada de la Calle del Aire.
La idea de realizar este homenaje a los miles de anónimos que participan en las procesiones de Semana Santa surgió del también procesionista Luis Linares Botella, quien estivo varios años insistiendo hasta que creó una comisión a principios de la década de los años 80 en donde participaron varias personas, entre ellas al futuro alcalde Antonio Vallejo Alberola, con representantes de todas las cofradías de Cartagena. Tras largos días de debate y un concurso de bocetos se encargará al pintor Rafael Puch López el dibujo y a Ardil Pagán la realización de la escultura.

- Manuel Ardil Pagán -
- Foto: AYTO. CARTAGENA
Es un grupo escultórico a tamaño natural que fue inaugurado el Miércoles de Ceniza de 1983 por el alcalde Enrique Escudero de Castro y realizado por Manuel Ardil Pagán, fallecido el 9 diciembre de 2024. Valgan estas líneas como homenaje a toda su obre escultórica. Hijo de Manuel Ardil Robles (1910-1976), del que bebió la pasión por la escultura pues el padre también fue destacado escultor autodidacta, destacando su habilidad para los retratos y los preparados para el vaciado en bronce. Buen amigo de amantes de la cultura como Vicente Ros o González Moreno, en su estancia en Madrid conocerá a escultores como José Capuz, del que se verá influenciado en su obra. En 1953 recibe un importante encargo, las esculturas de los cuatro santos cartageneros que adornaban la calle de las 4 esquinas, obras de Salzillo y que en la actualidad se pueden apreciar en la Calle Cuatro Santos.
Pasarán los años y tendrá que dejar el relevo a su hijo, nuestro protagonista, que no hará otra cosa sino llevar a muy altas cotas el trabajo de su padre, llegando a tener una personalidad propia y evolucionando el estilo. Este nació el 26 de octubre de 1940 y fue muy prolífico en Cartagena y fuera de ella. Entre sus obas destaca el Santísimo Cristo del Socorro de Cartagena (1965), Nuestro Padre Jesús Camino del Calvario de Murcia (1999) o el Cristo de la Flagelación de Los Garres (2001).
A buen seguro que si continúas tu paseo por la ciudad serás testigo de su amplio legado como la Escultura del Icue en Plaza del Icue, el homenaje a Asdrúbal en el Parque Torres, la composición homenaje al mismo alcalde Alfonso Torres, San Isidoro en la Plaza Juan XXIII, la Alegoría de Cartagena en el Hospital de Caridad, o bustos dedicados a Juan Jorquera del Valle o a Antonio Ramos Carratalá, entre muchas otras obras.

- Alegoría de Cartagena en el Hospital de Caridad -
- Foto: SANTI GARCÍA