El Ministerio de Defensa ha sacado a licitación la reparación de la red de saneamiento del Edificio de Capitanía de Cartagena -actual sede del Cuartel General de la Fuerza de Acción Marítima- por un presupuesto base de 413.736,82 euros. La actuación incluye la sustitución completa de bajantes, atarjeas y conducciones de pluviales y fecales, tanto verticales como horizontales, cuyo mal estado ha provocado daños estructurales y problemas de salubridad en diversas zonas del inmueble.
No se trata de un edificio cualquiera. Levantado entre 1736 y 1740 bajo el reinado de Felipe V, Capitanía forma parte del corazón histórico de la base naval cartagenera. Su origen está ligado a la antigua Casa del Rey y al cuartel de Infantería de Marina. A lo largo de los siglos ha sido ampliado, reformado y adaptado a múltiples usos, conservando siempre un papel central en la actividad militar de la ciudad. El derribo del viejo cuartel en 1912 dio paso al jardín posterior, hoy uno de sus espacios más apreciados, que conecta con la calle Real.
La fachada que vemos hoy es el resultado de intervenciones a finales del XIX, del primer tercio del XX y de mediados del XX, cuando se decidió devolverle una apariencia similar a la original. Su interior destaca por la riqueza decorativa de sus dependencias y por la complejidad de las instalaciones ocultas que, tras siglos de reformas y reconversiones, conforman un entramado tan singular como frágil.
Entre esas infraestructuras destaca una antigua canalización interior de saneamiento cuyo trazado atraviesa el edificio. El personal ha detectado malos olores y humedades en distintas zonas, indicios de que parte de esa red sigue en funcionamiento pese a su antigüedad. Las inspecciones confirmaron la presencia de tramos deteriorados, algunos de fibrocemento con amianto, materiales que requieren una retirada altamente especializada.
La intervención contempla la sustitución completa de las bajantes desde la cubierta hasta las arquetas de planta baja, la reposición de la red horizontal interior y la renovación de 20 metros de canalón en cubierta. Todas las nuevas instalaciones se ejecutarán en PVC, garantizando estanqueidad, durabilidad y cumplimiento normativo. El desmontaje de los elementos con amianto se llevará a cabo mediante empresas autorizadas y bajo estrictas medidas de seguridad.
Dado que el edificio está en funcionamiento, la obra se realizará por fases, con protecciones y aislamientos temporales para no interferir en la actividad diaria. El objetivo es asegurar que la renovación del saneamiento -una operación tan técnica como necesaria- devuelva al edificio la fiabilidad que exige un inmueble histórico todavía en uso intensivo.
