De la euforia de 2022 a la cruda realidad de 2025. El Club Deportivo Algar, que hace apenas tres años vivió su mayor hito deportivo al clasificarse para la Copa del Rey y enfrentarse al Celta de Vigo, ha recibido a comienzos de este mes de septiembre un requerimiento de pago del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Cartagena.

La resolución judicial, fechada el 3 de septiembre, da al club 20 días de plazo para abonar 8.313,62 euros al Ayuntamiento de Lorca, más concretamente a la empresa pública Limpieza Municipal de Lorca S.A., que reclama esa cantidad por impagos. Es, probablemente, la cantidad que supuso la limpieza del Artés Carrasco o sus exteriores para ese encuentro. El procedimiento se tramita como monitorio, una vía rápida para exigir deudas claras y vencidas. Si el club no paga ni se opone por escrito, la Justicia procederá a la ejecución forzosa mediante embargos.

El nombre de la entidad saltó a la escena nacional en la Copa del Rey tras eliminar al Melilla CD y ganarse el derecho a jugar contra un Primera División. Entonces comenzó la odisea de dónde disputar el encuentro, con el Cartagonova en plena resiembra y un Sánchez Luengo -su terreno de juego- que no reunía condiciones.

La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, llegó a ser contundente en sus declaraciones al afirmar que "no vamos a permitir que el partido se juegue fuera del municipio de Cartagena". Pero la realidad fue bien distinta: el césped del Cartagonova no estuvo en condiciones y, tras idas y venidas con la Federación y el Ayuntamiento, el duelo histórico se acabó disputando en el Artés Carrasco de Lorca. 

A aquel "exilio forzado", que obligó a mover a los aficionados fuera de la ciudad, ahora, además, se suma una factura pendiente por servicios vinculados, según la parte demandante, a toda aquella vorágine organizativa. Cartagena no fue capaz de resolver el problema en tiempo y forma y ahora hay facturas que pagar.

El contraste es evidente: del lleno en el Sánchez Luengo para eliminar a Melilla, del viaje masivo a Lorca para medirse al Celta y de las portadas que recogieron aquel 'desastre anunciado' con el césped del Cartagonova, el CD Algar pasa ahora a sentarse delante del juzgado. Y lo hace con un 20 de días de plazo para evitar que una deuda de poco más de 8.000 euros se convierta en un embargo que golpee con fuerza su ya delicada economía.