Cartagena vive momentos delicados por un conflicto laboral que se enquista y amenaza con dejar una huella difícil de borrar. Tras 17 días de huelga en el sector del metal, el clima social y económico empieza a tensarse peligrosamente. Los principales damnificados: los trabajadores de las empresas auxiliares del astillero de Navantia, muchas de ellas en pie de guerra, pero también la propia industria naval, pilar económico de la comarca.

Los sindicatos, cada vez más preocupados por el bloqueo de la situación, han dado un paso al frente. A través de una carta dirigida al secretario general de Fremm, Andrés Sánchez Gómez, CCOO de Industria ha exigido la convocatoria urgente de la llamada “Mesa de Plus Astillero” para reabrir las vías de diálogo y buscar una salida negociada al conflicto.

“Son ya 17 días de huelga, lo que está provocando perjuicios económicos a los trabajadores y trabajadoras en huelga, situación que incide sobremanera en sus economías no precisamente muy boyantes”, señalan Gerardo Medina Sánchez y Enrique Bruna Ros, responsables de CCOO a nivel regional y comarcal, respectivamente en la carta enviada a la patronal del metal de la Región de Murcia.

Pero no se trata solo de nóminas y facturas: lo que está en juego es mucho más. El futuro del programa de submarinos S-80 -punta de lanza de la innovación naval española- está viéndose afectado por la paralización de la actividad en el astillero, afirman en la misiva enviada a Fremm desde Comisiones Obreras. Y eso preocupa, tanto que “puede provocar que el programa de submarinos tenga consecuencias negativas para su desarrollo y no sea un éxito industrial y tecnológico que genere riqueza y bienestar social para la ciudad de Cartagena, donde todos los ciudadanos saldremos beneficiados con este hito histórico en la Industria Naval en España, ya que esto supone la consecución de un producto propio y moderno con capacidad de ser exportado a otros países”, añaden.

Esta situación está generando un deterioro social e institucional “con consecuencias no previsibles”, pero que en cualquier caso “no deseables”. Los trabajadores y trabajadoras “están siendo perjudicados económicamente, las empresas ven afectada su actividad, Navantia, empresa pública, generadora de empleo y riqueza para la ciudad está siendo dañada, y sindicatos y patronal estamos sufriendo un desgaste institucional preocupante”.

La propuesta es concreta: volver a sentarse. Reunir en torno a la misma mesa a los sindicatos firmantes del convenio y a la patronal para negociar medidas realistas que puedan desactivar el conflicto. Y hacerlo ya. Antes de que sea demasiado tarde.

En base a todo expuesto, desde CCOO Industria exigen a la Fremm  como organización representativa del sector, que les convoquen a la mayor brevedad posible a los sindicatos firmantes del convenio del metal a la  ‘Mesa de Plus Astillero’, para a través del diálogo, la concertación y la institucionalidad que este asunto requiere ¡demos las soluciones necesarias que los sindicatos a través de sus delegados y delegadas y patronal del sector creamos conveniente, todo ello bajo un clima de predisposición de llegar a soluciones que satisfagan a todas las partes implicadas en esta controversia; trabajadores y trabajadoras, empresas auxiliares, sindicatos, patronal y Navantia”.

La huelga del metal ha encendido una chispa que amenaza con prender fuego a un modelo que, hasta ahora, parecía estable. Solo el diálogo puede apagarla.