"¿Para cuándo tiene previsto el equipo de Gobierno llevar al Pleno la aprobación provisional del Plan General de Ordenación Urbana?" Ana Belén Castejón, de Sí Cartagena, no ocultó su necesidad por obtener una respuesta clara, meridiana hace unos días en la sesión plenaria del Ayuntamiento de Cartagena. Y es que hablar del PGOU de Cartagena es hablar de una historia larga, plagada de interrupciones en legislaturas anteriores y promesas que no terminaban de cuajar.
La respuesta del concejal de Urbanismo, Diego Ortega que ha sido el impulsor del nuevo orden urbanístico en Cartagena esta legislatura como lo fue Castejón en la anterior, fue más matizada, más prudente: octubre o noviembre, dijo. "Tenemos previstas esas fechas", aseguró, aunque lo condicionó todo a un informe pendiente. Uno que, según explicó, "nos han dicho que esta semana lo mandan".
Y es que ese informe, del que no desveló más datos, es, según sus palabras, “imprescindible”. Tanto, que podría alterar incluso el sentido de algunas alegaciones presentadas. Porque sí, aún se están revisando. El trabajo, admitió Ortega, “se está ultimando”.
Eso sí, quiso dejar claro que el procedimiento será el mismo que en la aprobación inicial. Reuniones con los grupos políticos, revisión conjunta de alegaciones, paso por comisión informativa y luego, ya sí, pleno. “No vamos a escatimarlo”, repitió. Una frase que, sobre el papel, suena bien.
En resumen: hay una fecha orientativa, un informe que “está al caer”, y la promesa de repetir los pasos ya dados. Pero también hay una ciudad que lleva demasiado tiempo esperando que su modelo de ordenación urbana deje de ser solo un borrador en trámite.
El nuevo plan aborda, tal y como adelantaba meses anteriores, varios problemas históricos, entre los que destacan:
- Fotovoltaicas: Se excluye la posibilidad de realizar instalaciones fotovoltaicas en el Distrito 1 (zona oeste), en los suelos del litoral del Mar Menor protegidos por el planeamiento y se crea una línea de 200 metros de protección a partir de suelos urbanos o urbanizables.
- Se protege la antigua estación telegráfica de Cabo de Palos, declarando el terreno como sistema general y prohibiendo la demolición de las edificaciones existentes.
- Cárcel de San Antón: La antigua prisión, adquirida por el ISEM para fines educativos, será calificada como equipamiento educativo de carácter cultural. Se mantendrá la protección del cerramiento de las oficinas y del pabellón central de reclusos, permitiendo la implantación de actividades educativas que contribuirán a la revitalización y regeneración urbanística del barrio de San Antón.
- Gran zona de equipamientos: Se ha decidido crear una gran área de equipamientos en el CC1, aumentando la superficie de 33,000 a 330,000 metros cuadrados, una medida similar al Plan Rambla. Esto incentivará el desbloqueo de más de 2 millones de metros cuadrados edificables para más de 8.500 viviendas.
- Asentamientos tradicionales en la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán: Se delimitará como suelo urbano de núcleo rural los asentamientos tradicionales reconocidos por la Dirección General de Medio Natural. Esta figura permitirá renovar las viviendas existentes y construir nuevas, cumpliendo con las condiciones de Zona de Paisaje Agrario.
- Cementerio de San Antón: Se propone la ampliación del cementerio para atender la creciente demanda de enterramientos de otras religiones.
- Proyecto de Adoratrices: Se desbloqueará este proyecto, permitiendo la edificación de viviendas y la apertura de un nuevo jardín público de 1,100 metros cuadrados en el centro de Cartagena, en la esquina de la calle Asturias con Jiménez de la Espada.
- Estación de Autobuses: Se redactará un plan especial para mantener el uso de estación de autobuses en la planta baja, mientras se habilitan las plantas superiores para otros usos y servicios como residencia, hotel, locales comerciales, entre otros.