CASTELLÓ. Sudáfrica ha intensificado en los últimos meses su presión sobre el mercado europeo de cítricos. Aunque la Citrus Growers Association South Africa (CGA) y el Fresh Produce Exporters’ Forum (FPEF) anunciaron el pasado septiembre el cierre anticipado de la campaña de exportación de naranjas a Europa desde las zonas afectadas por mancha negra y en un gesto de buena voluntad con los productores del hemisferio norte, las cifras oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) muestran que el país africano ha concentrado la mayor parte de sus envíos precisamente en los meses que coinciden con el inicio de la campaña española.
Según el último boletín de seguimiento reforzado de las importaciones de cítricos a la UE, hasta septiembre de 2025 la Unión Europea ha recibido 752.375 toneladas de naranjas extracomunitarias, de las que 169.277 toneladas llegaron en septiembre, un 35% más que en 2024 y un 8,75% por encima de la media de los últimos cinco años. De ese volumen total registrado en septiembre, 132.443 toneladas procedían de Sudáfrica, lo que representa el 78,2% de todas las naranjas importadas por la UE ese mes.
El incremento es especialmente significativo: las entradas de naranjas sudafricanas en septiembre aumentaron un 38,85% respecto al año pasado y se situaron un 11% por encima de la media quinquenal. También en agosto, otro mes clave para el arranque de la campaña española, llegaron 90.709 toneladas, un 20% más que en 2024. En conjunto, entre enero y septiembre, las importaciones de naranjas sudafricanas suman 308.251 toneladas, un 45% más que el año anterior y un 13% por encima del promedio de los últimos cinco años.
El problema no se limita a las naranjas. En el segmento de pequeños cítricos, Sudáfrica también ha incrementado notablemente sus envíos: 180.140 toneladas hasta septiembre, un 24,5% más que en 2024 y un 54% más que la media de los últimos cinco años. Solo en septiembre, la UE importó 74.459 toneladas, un 39% más que el año anterior y un 90% por encima de la media histórica, la cifra más alta de toda la serie desde 2016. La de agosto fue, además, la segunda mayor de la última década.
Un cierre de campaña con letra pequeña
Aunque la CGA y el FPEF aseguraron que el 20 de septiembre sería el último día de inspección para las naranjas Valencia procedentes de las regiones sudafricanas afectadas por la mancha negra de los cítricos (CBS), la medida no se aplicaba a las provincias del Cabo Occidental y Cabo Septentrional, principales zonas productoras de variedades más tardías. Es precisamente esa fruta la que sigue llegando a los puertos europeos —y, por tanto, la que compite más directamente con la producción española— en los meses de septiembre y octubre antes de dar por finalizada la temporada en el hemisferio sur.
Desde las organizaciones sudafricanas se insistió en que la suspensión parcial de envíos respondía a “un espíritu de cooperación con los productores europeos de cítricos, especialmente en España”. Sin embargo, los datos no concuerdan con ese mensaje. No es la primera vez que Sudáfrica recurre a este tipo de anuncios: ya en 2023 adoptó una medida similar, también bajo el argumento fitosanitario, pero en octubre de ese mismo año entraron en la UE cerca de 90.000 toneladas de cítricos sudafricanos.
El patrón se repite y, lejos de reducirse, la presión sobre el mercado europeo se ha acentuado, especialmente en el tramo final de su campaña, cuando coincide con el arranque de la recolección en el hemisferio norte.
En octubre de 2024, entraron en la UE 145.903 toneladas de naranjas sudafricanas, la segunda mayor cifra en los últimos ocho años y el triple que en 2016. Los exportadores temen que en este mes de octubre se alcancen unas cifras similares puesto que en estos momentos todavía hay muchas existencias sudafricanas en los almacenes y lineales europeos.
Factores comerciales y arancelarios
El desplazamiento de las exportaciones sudafricanas hacia Europa obedece también a razones comerciales. Desde el 8 de agosto, el Gobierno de Estados Unidos, en el marco de la política arancelaria de Donald Trump, impuso un arancel del 30% a los cítricos sudafricanos, lo que ha limitado su competitividad en un mercado donde el país solía colocar entre 80.000 y 110.000 toneladas anuales.
Ante este nuevo escenario, los exportadores sudafricanos han reforzado su presencia en Europa, donde disfrutan de un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea que elimina progresivamente los aranceles a las naranjas. Desde el 10 de octubre de 2025, las tasas aplicables son ya prácticamente nulas y, a partir de 2026, las exportaciones de naranjas sudafricanas estarán completamente libres de aranceles.
Este contexto favorece la entrada masiva de fruta procedente del hemisferio sur en un momento especialmente delicado para los productores y exportadores españoles y valencianos, que inician su campaña con un mercado saturado. De hecho, tal y como han confirmado exportadores castellonenses y valencianos, el inicio de campaña de exportación está siendo lento y complicado, por los elevados precios que se han pagado en origen ante la menor producción y también por la sobreoferta que existe en los mercados europeos, con mucha presencia de cítricos sudafricanos.
Una competencia cada vez más directa
El resultado de esta estrategia es que Sudáfrica no solo mantiene, sino que refuerza su posición en el mercado europeo, aprovechando las ventanas comerciales que tradicionalmente correspondían a la oferta española y también la bajada de la producción de cítricos valencianos y españoles en general.
Los datos del Ministerio confirman así que el país africano sigue incrementando su cuota en el mercado europeo de cítricos y que su presencia se ha hecho más agresiva en el tramo final de su campaña, una tendencia que preocupa especialmente al sector citrícola valenciano, que ven cómo la competencia del hemisferio sur se consolida.