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Leopoldo Abadía: “El optimismo consiste en luchar con uñas y dientes para salir adelante”

MURCIA. Gene Kelly cantaba y bailaba bajo la lluvia. Leopoldo Abadía (1933, Zaragoza) nos propone lo mismo, pero obvia el paraguas y lo sustituye por algo, a priori, menos elegante: los imparables cambios que nos asolan. Su nuevo libro, Sonriendo bajo la crisis, se vale del título de esta película para recordarnos que incluso en las épocas más oscuras se puede mantener el optimismo. Verá la luz, amparado por la editorial Espasa, próximamente.

Con la pandemia del coronavirus sobrevolando la conversación, el reconocido profesor, escritor y autor del también bestseller La crisis ninja y otros misterios de la economía actual ofrece a Culturplaza interesantes consejos y apreciaciones para sobrellevar la tormenta y otear el horizonte con esperanza. Eso sí, desde la seguridad (impuesta) del hogar. Da gusto sentir, aunque sea desde la distancia, la contagiosa energía de Leopoldo Abadía.

-Después de diez años del lanzamiento de tu bestseller, La crisis ninja y otros misterios de la economía actual, vuelves con Sonriendo bajo la crisis. ¿Por qué era necesario este nuevo libro? ¿Uno debe recordar a la gente, cada cierto tiempo, que sea feliz?  
-Sí, sobre todo ahora; y ayer, hoy y mañana. Estamos en un momento de ser optimistas, pero bajo la definición correcta. Para mí, el optimismo no es que no pase nada, porque sí suceden muchas cosas. El optimismo consiste en luchar con uñas y dientes para salir adelante. Tú y yo ahora mismo estamos luchando con uñas y dientes: tú, en tu casa, y yo en la mía.

Sonriendo bajo la crisis va sobre asomarse a la ventana y ver que han pasado muchas cosas; en concreto, una lista de 38 muy importantes que recopilo en el libro: las redes sociales, el Brexit, el Catexit (en Cataluña) … Todo el relativismo y la cuestión de que, bueno, no todo es bueno o todo es malo; todo depende. El tema de la posverdad también, por ejemplo.

Antes del coronavirus no es que viviéramos una crisis, pero sí un cambio brutal. Un “cambio de paradigma”. Me parecía una cursilada tremenda llamarlo así, así que me puse a buscar otros nombres. Al final, a toda esta situación solo se me ocurrió llamarle “el cambiazo”, que no es que sea demasiado técnico [ríe].

-En el libro se analizan la deuda global, la desunión de la Unión Europa, el Brexit, la revolución tecnología, el papel de los millenials, el cambio climático... ¿Por qué está sucediendo todo esto y cómo se puede adaptar la sociedad a estos imparables cambios? 
-El por qué pasan las cosas no lo sé. Lo que sí sé es que la gente se debe enterar de qué pasa. El otro día me dijeron que el presidente de una compañía (un poco) importante le había dicho a su hijo que no hiciera caso a “esto de Internet”, que era “una moda que se pasará”. Y pensé: “Pero este pobre hombre…”.

¿Qué pasa? Que se han producido transformaciones de forma muy rápida. Las redes sociales, por ejemplo, han aparecido y en cuestión de algunos años se han hecho las dueñas: es la manera de vivir de la gente. Digo en el libro que nos hemos acostado hablando por teléfono, con los que se utilizaban en las películas del antiguo Oeste, los de bocina en la pared y el auricular en la mano; y nos hemos despertado mandando WhatsApp por el smartphone. Hay que enterarse de eso.

Cuando publiqué La crisis ninja, la gente me preguntaba: “¿Cuándo se acabará la crisis?”. Y yo les decía que, si supiera la dimensión, más o menos, pues quizá podría dar una fecha… Los cambios de ahora, “el cambiazo”, no van a acabar nunca. Porque esto no es una crisis, es un cambio radical de todo. O te enteras, o estás en el siglo XV hablando del descubrimiento de América.

-Nos encontramos en un momento muy delicado por la pandemia del coronavirus. ¿Algún consejo para sobrellevarlo con optimismo?
-Consejos respecto a la pandemia… lo único que puedo decir es “quédate en casa”. Nadie habíamos visto nada parecido nunca. Nadie puede decir: “Usted que tiene experiencia en esto…”. Pues no. Ninguno la tiene.

Precisamente he grabado hace poco un vídeo sobre esto. Intento todos los días hacer uno para tratar de infundirle un poco de optimismo a la gente. Este vídeo en concreto iba de Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia. Cuando Kelly baila lloviendo, lo hace sonriendo, y eso que se mete en todos los charcos, etc. Me enteré hace un tiempo de que, en realidad, cuando rodó esta parte, en la que aparece sonriendo y feliz, tenía 39 de fiebre.

¿Ahora la cosa está mal? Sí. ¿Todo lo que está pasando es gravísimo? Sí. Pero no me lo repitas más: ya me he enterado y estoy haciendo todo lo posible para salir adelante y no contagiar a toda mi familia.

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