el consejo de Gobierno ha aprobado la declaración

Murcia suma un nuevo monumento BIC: la Iglesia y Convento de Santa Ana, una joya en el corazón de la ciudad

18/01/2024 - 

MURCIA (EP). El Consejo de Gobierno ha aprobado el Decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural con carácter de Monumento la Iglesia y Convento de las dominicas de Santa Ana, en Murcia, dado el excepcional valor del conjunto, no solo por el interés arquitectónico del templo y tipológico del monasterio, sino por la relevancia del conjunto de bienes muebles que atesora, entre los que destacan los retablos barrocos, la imaginería de Salzillo, el órgano barroco y otros elementos.

Situado en la plaza de Santa Ana, el convento de las dominicas se funda en 1490, aunque el grueso de la fábrica se realizó a partir del siglo XVIII, habiendo sido restaurada la totalidad del conjunto.

Uno de los argumentos principales para esta declaración es el sobresaliente valor histórico y artístico que representa tanto la tipología conventual como la iglesia de Santa Ana, como testimonio de la evolución arquitectónica del barroco en la Región, y la integridad de conservación de los elementos inmuebles y muebles que constituyen el conjunto.

Asimismo sobresale el valor compositivo en el paisaje urbano de Murcia, como testimonio de la antigua ciudad conventual barroca, la permanencia de uno de los últimos huertos urbanos, y su actual papel como hito caracterizador del paisaje junto al vecino convento de Santa Clara la Real.

También destaca la excepcionalidad del rico conjunto de bienes muebles especialmente vinculados a la iglesia y monasterio de Santa Ana que atesora, con destacadas muestras de escultura y pintura barrocas, así como elementos de patrimonio textil, orfebrería, joyería y bibliográfico.

También son singulares los valores inmateriales vinculados a la iglesia y convento de Santa Ana, en particular los relacionados con el culto a la Virgen del Rosario y el voto anualmente renovado por el Ayuntamiento de Murcia, y el valor histórico rememorativo representado por el relicario de la Virgen de las Lágrimas.

La iglesia presenta su portada principal en el lateral del Evangelio, y sus fachadas y paramentos son en fábrica de ladrillo. Responde al esquema tradicional de iglesia murciana del primer tercio del siglo XVIII. Acabada en 1783, es de planta de cruz latina a la que se abren capillas laterales intercomunicadas; posee un gran crucero cubierto por cúpula y un amplio presbiterio rectangular con retablo de Ganga Ripoll e imaginería de Salzillo.

Destaca, en el lado de la Epístola del crucero, una portada que sirve de coro bajo, decorada con pirámides y bolas, existiendo otro coro alto a los pies. Toda la iglesia aparece revestida por una decoración lineal con lazos y estilizadas formas vegetales, mientras que las pechinas del crucero están ocupadas por efigies de santos dominicos.

El templo alberga un interesante conjunto de bienes muebles, destacando, junto al citado retablo principal, de mediados del XVIII, el de San Miguel, obra de Juan Bautista Estangueta, del siglo XVII, con esculturas y pinturas atribuidas a Cristóbal de Salazar y Miguel de Toledo, respectivamente. Este retablo se encuentra presidido actualmente por la Virgen del Rosario, obra del siglo XVIII que cuenta con un interesante ajuar y protagoniza algunos de los cultos más relevantes del templo.

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