Según explica el autor, la obra “es una especie de compota elaborada con múltiples ingredientes: Génesis bíblico, algo de Física Quántica, un poco de filosofía de Niestze, algo de teoría del Bing-Bang de Stephen Hawking, una pizca de relatividad de Albert Einstein, algún aliño de autores gnósticos, y un espolvoreo con algo de humor para hacerlo más dulce y digerible”. Indica también que ha procurado emplear un lenguaje sencillo para que sea comprensible.
Pretende Miguel Galindo que ‘Cosmogénesis en cien palabras’ se convierta en un pequeño libro de cabecera para los que busquen explicaciones a lo que, durante milenios, se ha ido suministrando en forma de mitos, y que las religiones los convirtieron en dogmas, “pero que encierra una verdad incuestionable: que nosotros estamos aquí por algún motivo y para algún objetivo”.
El libro está a la venta a través de Amazon y para su distribuidor, esta obra es una “breve exposición científico-religiosa de lo que bien pudo ser y puede que fuera, en lenguaje sencillo y comprensible”.
El autor, que fue vicepresidente de la patronal de Cartagena se presenta en la solapa del libro como mediador, patrono de la Fundación Entorno Slow, “y unas cuantas cosas más...” Se considera un autodidacta de posguerra “y un tonto útil durante mucho tiempo”. En la actualidad, y ya jubilado de su actividad empresarial, escribe en foros, blogs y periódicos, y mantiene su propio programa de radio.