CARTAGENA. Dos millones de euros es lo que ha invertido la empresa Lhicarsa, de la que el ayuntamiento de Cartagena posee una participación del 10% en la nueva flota municipal del servicio de limpieza. Ha priorizado la disminución del ruido y el uso de energías no contaminantes en esta nueva maquinaria. Así, algunas de las máquinas como las sopladoras pasan de emitir 75 decibelios a reducir el sonido hasta los 45 decibelios.
Lhicarsa incluye, por otro lado, triciclos eléctricos de pequeñas dimensiones, que sustituyen a los clásicos carritos de barrido y en el que se ha cuidado hasta la forma y ergonomía. La ausencia total de contaminación tanto de gases como de ruidos le hace ser un elemento ideal desde el punto de vista medioambiental.
De esta manera, se incorporan así a la flota municipal nuevas barredoras, 15 sopladoras, 15 triciclos eléctricos con equipamiento eléctrico, 500 papeleras, 200 contenedores de carga lateral de 2.400 litros para residuos orgánicos, 70 contenedores de papel y cartón, y 50 contenedores de color amarillo para envases, junto a dos palas y tres camiones para la planta de tratamiento de residuos, además de nuevos camiones y tractores.
La compra de este nuevo material irá con cargo al plan de inversiones previsto para la década 2020-2030. Estos dos millones de euros están enmarcados en el compromiso que adquirió la empresa concesionaria de invertir un total de 12 millones de euros a lo largo del próximo 2020.
La alcaldesa recordaba la reciente aprobación de la ordenanza de ruido junto a la ultimación de los detalles del Plan de Movilidad Sostenible del Municipio, incluyendo estos servicios municipales dentro de esta estrategia global para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030.
Una de las asignaturas pendientes está en la colocación de contenedores marrones, aquellos destinados a los residuos orgánicos de los hogares. El objetivo es implantarlos en Cartagena a partir de mediados del próximo año, aunque la propuesta, es que solo se coloquen en la ciudad, a partir de la calle Jorge Juan, por lo quee en barrios y diputaciones tendrán una implantación más tardía.
