MURCIA (EP). La Societat Valenciana de Medicina Familiar i Comunitària (SoVaMFiC) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) han mostrado su "preocupación" por la gestión de la atención sanitaria en los pueblos afectados por la Dana y por ello piden a Sanidad que "reconsidere la organización de la atención para garantizar que ésta responda mejor a las necesidades reales de la población afectada".
En ese sentido, plantean una serie de mejoras a la Instrucción de la Secretaría Autonómica de Planificación, Información y Transformación Digital sobre Ordenación del Sistema de Personal Voluntario para Colaborar en las Zonas Afectadas que pasan, entre otras, por "una atención longitudinal, la activación de más voluntarios, el mapeo proactivo de las necesidades, y la reorganización de los Puntos de Atención Sanitaria".
En concreto, sobre la movilización de voluntarios critican que la actual instrucción "no permite que trabajadores no estructurales, como los residentes de enfermería y de medicina, puedan apoyar la atención en estos centros si así lo solicitan en lugar de acudir a su rotatorio" a pesar de que "sí que están capacitados para realizar gran parte del trabajo requerido según su año de residencia, desde tareas administrativas y de gestión de medicación hasta atención domiciliaria". Así, ven "probable que existan otros profesionales que también podrían ausentarse de su trabajo para brindar ayuda".
Además, reclaman equipos multidisciplinares "ajustados a las necesidades reales" ya que los propuestos en la Instrucción están compuestos por un número fijo de ocho personas "independientemente del tamaño de la población, el grado de afectación o la vulnerabilidad del área".
"Es fundamental tener en cuenta que estamos en un estado de emergencia, donde la demanda de atención es notoriamente mayor a la habitual, y que la situación varía considerablemente de una zona a otra, por lo que hay que reforzar las plantillas en todos los centros de manera proporcional a las necesidades reales de la población", reclaman.
Del mismo modo, consideran "una contradicción" con los principios de la Atención Primaria que la instrucción plantee que la atención a pacientes crónicos sea la tarea principal del personal voluntario ya que "el personal habitual de la zona, que conoce a estos pacientes y sus necesidades, debería ser quien se encargue principalmente de esta labor".
Por contra, mantienen que los pacientes se sentirán "más arropados si es su médico o médica quien les atiende, si es posible, más que un voluntario al que no conocen". Así, indican que los voluntarios "más bien podrían encargarse de atender a la demanda aguda y, sobre todo, de mapear las necesidades de todas las zonas de manera activa".
Asimismo, piden "la revisión urgente" de los puntos de ubicación de los Puntos de Atención Sanitaria ya que en muchas localidades "se encuentran en zonas menos desfavorecidas, frecuentemente en un extremo del pueblo, lo cual dificulta el acceso para las personas más vulnerables, especialmente aquellas que viven en el lado opuesto".
Así, consideran que esta ubicación "limita la conciencia del personal sanitario sobre la realidad de esas áreas y hace más difícil su acceso" y a su vez las personas que viven en estas zonas "encuentran más barreras para informarse y acudir a los centros".
Como resultado, señalan "se genera una menor demanda de asistencia y una falsa sensación de que las necesidades están cubiertas". Mientras tanto, advierten de que "quienes más necesitan la ayuda -personas mayores, dependientes, enfermas, en situación de soledad o residentes en las áreas más afectadas- enfrentan grandes dificultades para acceder a los servicios de salud".
Por otra parte, recalcan "la necesidad de asistencia proactiva para identificar necesidades ocultas". Así, destacan que "aquellos centros que cuentan con equipos que van casa por casa, timbre por timbre, para evaluar la situación de los vecinos, se detecta una enorme cantidad de necesidades que, de no haber hecho una búsqueda activa, no se hubieran identificado".
"Esto muestra que solo haciendo un mapeo de salud es posible entender el alcance real de las carencias sanitarias, alimentarias y de acceso a servicios básicos de la población y de darles una respuesta adecuada", subrayan.
Del mismo modo, solicitan "los recursos necesarios" para "un buen registro de las necesidades: Para hacer un mapeo completo y exhaustivo de las necesidades de todas las zonas, especialmente las más vulnerables, se necesitan mapas demográficos de las zonas afectadas y dividirlos en áreas más o menos grandes según la potencial vulnerabilidad de la población de la zona".
Además, para efectuar el mapeo sobre el terreno, y poder ir casa por casa, se necesitan "muchísimos más voluntarios que los que la Consellería ha estimado y contar con personas locales para determinar cuáles son estas zonas".
Del mismo modo, recalcan "la necesidad de una coordinación constante y de una tasa mínima de recambio" porque "coordinar a los grupos de voluntarios es una tarea ardua en un momento de caos como el actual" y exige que "todas las personas que prestan la ayuda sepan exactamente cómo se está funcionando y qué deben hacer". "Cuanta más continuidad haya entre los equipos, mejor se coordinarán y, por tanto, sería conveniente descargar voluntarios que sumen tareas de organización de otras obligaciones laborales", señalan.
Por otro lado, las sociedades muestran su agradecimiento, reconocimiento y reivindican la labor que están realizando las personas que conforman los Equipos de Atención Primaria de Salud en las zonas afectadas donde numerosos centros de salud han sufrido "daños severos" que los inhabilita para la atención sanitaria.
Además, resaltan que como voluntarios sanitarios, han demostrado "una solidaridad incondicional y han salido a la calle, enfrentando condiciones críticas en cuanto a recursos infraestructurales, humanos, materiales y sanitarios, para reforzar la atención ante la avalancha de problemas de salud indemorables, pero también para dar continuidad asistencial a los pacientes crónicos".
"Se está constatando que disponer de especialistas con competencias clínicas generales es esencial para responder adecuadamente a crisis como la que se está viviendo en Valencia porque esta visión integral permite abordar tanto patologías crónicas, como las enfermedades respiratorias, cardiovasculares y la diabetes, que pueden agravarse en el actual contexto, como también atender los efectos en la salud mental", apostillan.