CARTAGENA. Cada Pleno municipal que se vive en el Palacio Consistorial de Cartagena demuestra un poco más que el camino de MC Cartagena desde hace varios meses no parece tener otro final que el de la polarización de sus simpatizantes y votantes. Y es que les están animando a que tomen partido de forma continua entre buenos y malos, entre defensores del cartagenerismo o…. defensores del cartagenerismo, que no sabría decirles yo quién es quién en este momento, para serles sincero.
Este empeño de hacerse el ‘harakiri’ de manera pública lo visibilizan una y otra vez, como esos vídeos en bucle que vemos en redes sociales. Pero en su caso, lo que añaden es un poco más de sal a la herida del partido y no son pocos los que se plantean quién hay al volante.
Me decía ayer un buen amigo que la mayor responsabilidad del portavoz del grupo en la oposición, es mantener unido al grupo municipal y el portavoz de MC no ha sabido, podido, querido o previsto esta posibilidad, porque en el Pleno de ayer mismo vetó, primero, las enmiendas de su compañera y presidenta del partido, María Dolores Ruiz, para, posteriormente, hacerlas del grupo municipal y defenderlas en el Pleno -curiosamente, fueron aceptadas algunas de las suyas y rechazadas las de sus compañeros-.
Eso sí, luego, como coletilla, el propio partido riza el rizo e insinúa que el Gobierno local sí que ha tenido a bien aprobar dos enmiendas que han llegado al Pleno de forma sorpresiva, y que evidencian "un pacto previo de una concejal del grupo municipal, que viene trabajando sus iniciativas con otros grupos desde hace meses, y este caso con el gobierno, siempre a espaldas de MC Cartagena". ¡Agárrate a la brocha que me llevo la escalera!, como dice esa expresión tan popular.
No es cometido del periodista ponerse de parte de nadie, pero Ruiz tiene un expediente de expulsión sobre la mesa que tarda meses y meses en resolverse. Mientras, se ha desatado tal guerra entre las partes que pone en evidencia la capacidad para resolver sus asuntos internos con celeridad y contundencia y, de paso, coloca a Giménez Gallo y su capacidad de liderazgo en la picota.
El portavoz de Vox, Gonzalo López Pretel, quiso justificar la impronta de Vox en los Presupuestos de Cartagena con las aportaciones en el control del padrón impulsando un sistema de alertas para detectar posibles fraudes en el padrón municipal y la creación de una partida destinada a ayudas para las familias que tengan hijos. Fue Jáudenes el que anunció que a partir del 1 de enero se impulsará una ayuda de 200 euros por nacimiento de niño o niña nacido en Cartagena. Si la media de nacimientos en Cartagena durante un año es de aproximadamente 2.000 bebés, ya le falta presupuesto a Vox para hacerle frente a tal tamaña inversión. Habrá que recomponer las asignaciones de las partidas presupuestarias, ya que el PSOE se encargó de recordarles que Vox solo maneja una mínima parte del Presupuesto, casi anecdótico, de un 5%.
Precisamente fue el PSOE el alumno más aplicado y el que mejor llevó los deberes al Pleno: 52 enmiendas de todo tipo y todos los colores. Cuatro de sus 52 enmiendas parciales, fueron aprobadas. Las iniciativas que salieron adelante son las referidas a caminos saludables, accesibilidad en playas, el Plan Sombra y la recuperación de la Cueva Victoria. En el plan propuesto por los socialistas, por un importe que se aproxima a los cuatro millones de euros, trataba de aportar mejoras en sostenibilidad, accesibilidad, deportes, formación y patrimonio. De dónde se iba a sacar ese dinero, pues de partidas que ellos consideran excesivas como la 'desorbitada' partida para la gran iluminación navideña de Cartagena (cada vez nos parecemos más a Vigo), pero también ese capítulo que parece sacado de los fondos reservados como ‘gastos diversos’ u ‘otros estudios y trabajos’ que resultan un buen cajón de sastre.
Pedro Contreras, al que debo agradecerle esa vehemencia que imprime a sus intervenciones, nos sugirió un buen titular para esta crónica 'Pedro Sánchez rescata a Arroyo', pero, al menos en esta ocasión no se lo compro. Contreras se puede dar por satisfecho con lo logrado ayer, a tenor de lo visto, porque, como ya dijo el propio Jáudenes, "así son las reglas en el juego de la política".
La exalcaldesa Ana Belén Castejón, ahora en el Grupo Mixto, no tuvo reparos en arremeter con dureza y acusó al gobierno de no decir la verdad a los ciudadanos; en este sentido, Castejón subrayó que "la señora Arroyo ha sido capaz de afirmar sin sonrojarse que en el presupuesto para 2025 no se suben impuestos y se reduce la deuda". Dijo, además, que lo suyo es "falta de sensibilidad y empatía con las familias cartageneras y con las empresas del municipio que lo están pasando mal y que van a ver mermada su economía doméstica por la subida de impuestos en el recibo del agua o de la recogida de basura, y en el caso de las empresas la subida del IAE (Impuesto de Actividades Económicas)".