MADRID (EFE/Esther Barranco). Después de 15 años conociendo las tripas de Inditex en las distintas enseñas y departamentos, Marta Ortega (37 años), la nueva presidenta de la compañía a partir del 1 de abril, tendrá más presencia ahora en los círculos del IBEX -donde su empresa es la más capitalizada- que en el papel couché, donde la miman, aunque le hace poca gracia aparecer.
A partir de esa fecha dirigirá el rumbo de una grupo cuyo germen nació en 1963, cuando Amancio Ortega empezó a fabricar prendas de vestir, y hoy cuenta con más de 6.800 tiendas de sus ocho formatos comerciales (Zara, PullBear, Massimo Dutti, Berska, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe) que venden en 216 mercados.
Registró ventas por más de 20.400 millones de euros a cierre de enero de 2021 (cuando termina su ejercicio fiscal), 144.000 empleados y un valor en bolsa de algo menos de 90.000 millones de euros (este martes), pero que ha llegado a superar en sus mejores momentos los 100.000 millones de euros, algo así como una quinta parte de los Presupuestos Generales del Estado para 2021.
Cifras que marean pero que Marta Ortega debe tener en su cabeza desde hace tiempo, porque lleva 15 años trabajando en la empresa, en todas las áreas, desde sus principios en una tienda en Londres hasta llevar muy directamente asuntos como la imagen de Zara e iniciativas diversas en materia de sostenibilidad, según destacan en Inditex.
Para esta nueva tarea le será muy útil su formación internacional: después de estudiar en los jesuitas de A Coruña hizo el bachillerato en Suiza y pasó luego a la European Business School de Londres.
Y tendrá presente también la máxima que ella misma atribuye a su padre: "nunca fue el mejor en nada en particular, pero fue el mejor en encontrar a la mejor persona para hacer cada cosa", como declaró en una entrevista reciente.
La noticia de la designación de la tercera hija del fundador de Zara, Amancio Ortega, como presidenta del gigante de la moda con sede en Arteixo (A Coruña), en sustitución del muy bien valorado Pablo Isla, ha sorprendido sólo a medias.
En los mentideros era tema de conversación recurrente desde hace tiempo, aunque los inversores están castigando el valor en bolsa, con caídas de entre el 4 y el 5 %.
Es la única hija del segundo matrimonio de Amancio con Flora Pérez. Tiene dos hermanos mayores que ella, Sandra (53 años) y Marcos (50 años), del primer matrimonio de su padre con Rosalía Mera, que murió en 2013.
Sandra es la segunda mayor accionista de Inditex pero está desvinculada de la compañía y mueve sus negocios a través del vehículo de inversión Rosp Coruna.
De Marta Ortega se conoce más su faceta "rosa", porque las revistas del corazón y las de moda adoran a este icono "trendy", que marca tendencia con su vestido de novia, firmado por Pier Paolo Piccioli para Valentino, o con sus "looks casual", que inspiran a muchas "instagramers" y adolescentes de todo el mundo.
También es muy conocida en los circuitos hípicos, y de hecho tiene hipódromo propio, el de Casas Novas, también en Arteixo, en donde se codea con amigas como Atina Onassis, Carlota Casiraghi y Jessica Springsteen, y donde no es raro ver en el palco al padre de esta última, el "boss", Bruce Springsteen.
Vive en A Coruña con su segundo marido, Carlos Torreta, y sus dos hijos, Amancio -de su primer matrimonio con el jinete Sergio Álvarez y al que lleva ella misma al colegio de forma regular- y Matilda. Torreta también trabaja en Inditex.
En la ciudad gallega se siente más libre -según ha confesado- porque los coruñeses están acostumbrados a verla como vecina, que en Madrid, donde le persiguen los paparazzi.
No concede entrevistas a los medios de comunicación y por eso sorprendió la que dio a finales de agosto pasado a The Wall Street Journal Magazine. Con una muy cuidada producción, retratada por unos de sus fotógrafos fetiche, Steven Meisel, que también trabaja para Zara, el reportaje es una loa al emporio Zara, en el que Marta queda muy bien perfilada.
"Muy humilde, pero con opiniones fuertes sobre muchas cosas", dice de ella el todavía presidente de Inditex, Pablo Isla, que ya anticipaba que el papel de Marta Ortega sería más importante a medida que la compañía se centrara cada vez más en la sostenibilidad durante la próxima década.
Ella, según señala en esa pieza periodística, no tenía intenciones de asumir un papel formal de liderazgo sino que quería estar "cerca del producto".
Lo cierto es que ambas cosas -presidencia y producto- no son incompatibles, como ya mostró su padre en su larga carrera desde su inicio en 1963. A sus 85 años sigue yendo a la sede de la compañía con regularidad.
Ahora Marta Ortega deberá consolidar una compañía que ya hace más del 25 % de su facturación online y cuyo éxito radica en haber cambiado los hábitos de consumo de ropa y complementos, antes fuertemente estacional. Inditex ha difuminado el concepto clásico de las temporada porque ahora todo el año es una nueva temporada continua.
Ese concepto es complementario, además, con su idea de la moda: "creo que es importante tender puentes entre la alta costura y la calle, entre el pasado y el presente, entre la tecnología y la moda, entre el arte y la funcionalidad", dice en el reportaje de The Wall Street Journal Magazine.
En esta línea, bajo su liderazgo se han materializado campañas con los más reputados creativos del sector como el citado Meisel, Fabien Baron, Karl Templer o Luca Guadagnino, así como el lanzamiento de nuevas colecciones premium, incluyendo Zara SRPLS y Charlotte Gainsbourg by Zara.