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Premio FICC para la cineasta ciezana (directora y guionista de 'Por h o por b')

Manuela Burló Moreno: "Todo lo que sé de la vida lo aprendí detrás del mostrador de la tienda de mis padres" 

27/11/2020 - 

MURCIA. Localización: una tienda de ropa de un pueblo de Murcia. Las clientas charlan sobre sus cosas con la dueña. Se respira un ambiente de confidencialidad. Una niña que anda por allí no pierde ripio de las conversaciones de los mayores... Así fue, detrás de aquel mostrador, como dice la directora y guionista ciezana Manuela Burló Moreno que aprendió todo lo que sabe de la vida y descubrió que lo suyo era contar historias. Como las que ha plasmado en seis cortos que acumulan más de un centenar de premios por todo el mundo; en dos película -Como sobrevivir a una despedida y Rumbos-; y en la serie Por H o por B realizada para HBO. Con un proyecto televisivo bajo el brazo -que aún no puede desvelar, pero que se conocerá pronto- y acabando el guión para su tercera película, la ciezana recogerá virtualmente este sábado el Premio FICC que le ha concedido el Festival Internacional de Cine de Cartagena. Está feliz de volver, aunque sea a través de una pantalla, al certamen que hace doce años premió su primer corto, Dolores.

- El FICC le ha concedido el premio con el que reconoce la aportación de murcianos al cine. ¿Cómo es ese regreso en el tiempo al festival cartagenero?

Habría que felicitar al FICC por aguantar tantísimo tiempo al pie del cañón, incluido este año fatídico y extraño que nos ha tocado vivir a nivel mundial; por haber resistido y haber encontrado la fórmula para que no haya un vacío este año. Ya es todo un logro haber llegado a la edición 49. Me siento muy ilusionada y muy orgullosa, porque que te reconozcan en tu tierra es algo fantástico. Tengo, además, un especial cariño a este festival, porque mi primer corto, Dolores, allá en el 2008, se llevó el premio del Jurado. Fue un reconocimiento y una motivación muy importante para mí en aquel momento para seguir contando historias. Doce años después, vuelvo al festival con varias películas y proyectos debajo del brazo, y con un reconocimiento a todo ese esfuerzo. Me siento muy feliz.

- ¿Cómo descubrió que lo suyo era contar historias y que quería hacerlo a través del cine?

Mi pasión por el cine nace porque mis padres son muy cinéfilos; desde pequeña siempre había una película puesta en casa. Respecto a la parte creativa de mi cine -sobre la cotidianidad con la que dibujo los personajes, con diálogos tan reales, con esa cercanía, contando determinadas relaciones personales-, siempre digo que todo lo que sé de la vida lo aprendí detrás del mostrador de la tienda de moda de mis padres. Ese mostrador era como una especie de sofá de psicólogo, porque esa cotidianidad que hay entre el cliente y el dueño de la tienda da lugar a confidencias. Yo, como niña, escuchaba a mi madre hablar con sus clientas sobre situaciones personales que les estaban pasando y siempre me quedaba pegada a esas historias.

- Comenzó estudiando Arte Dramático en la ESAD de Murcia, pero su faceta de actriz ha quedado relegada frente a la de escritora y directora… ¿era incompatible?

Estudié la carrera de Arte Dramático porque entonces en Murcia no había Comunicación Audiovisual y era lo más cercano a lo que buscaba. Todo eso me ayudó a la hora de ir a la Escuela de Cine de Madrid. Es verdad, que protagonicé algunos de mis primeros cortos pero, poco a poco, de una manera totalmente orgánica, me di cuenta de que lo que me gustaba era estar detrás de las cámaras y contar historia. No tuve que sacrificar nada, fue fácil, un camino orgánico.

- Esa cercanía al trabajo del actor se ve de alguna forma reflejada en su trabajo. ¿Cómo le ha ayudado la formación que recibió en la ESAD de Murcia?

Me ha ayudado muchísimo. Cuando dirijo a los actores y les pido un tipo de intención o de emoción, esa comunicación es muy fluida porque yo he estado ahí delante. Facilita mucho el trabajo. Me han aportado mucho esos cuatro años de formación en la ESAD de Murcia.

- Cómo ser cool y no morir en el intento… es un poco a lo que se enfrentan las protagonistas de Por H o por B. ¿Qué ha puesto de usted misma en Hache y Belén?

Hay mucho de mí en ellas, porque, aunque no soy choni vistiendo, sí que soy una chica de pueblo, de provincias, que se va a vivir a la gran capital. Y viví en Malasaña, que es un barrio muy hispter y donde me encontré situaciones muy delirantes. Pude ver esos dos mundos. Con la serie trato esos dos universos desde el humor. De una de ellas tengo, por ejemplo, esa inocencia de cuando llegué aquí hace veinte años; y de la otra, esa cabezonería y ese carácter. Cuando te pones a crear y a dibujar personajes, siempre hay algún elemento que sale de uno, aunque no quieras.

-Le dio un pequeño papel en la serie a una actriz de su pueblo, Manuela Marín. Tengo que decirle que cuando Murcia Plaza habló con ella estuvo de lo más discreta para cumplir con el contrato de confidencialidad.

Manuela está maravillosa. Es una actriz fantástica y, aunque tiene un papel pequeñito, ella lo llena de verdad y de humor. Estoy encantada con su trabajo. Ojalá podamos repetir. A mí me ocurría igual que a ella, no podía responder con naturalidad porque hay un contrato por el cual no puedes hablar de la serie hasta que no se estrene. Y te quedas con las ganas de contar muchas cosas, pero la prioridad la tiene el canal para lanzar la noticia. Tienes que morderte la lengua.

- Manuela se quedó impresionada con la cantidad de gente y con todo lo que había montado alrededor del rodaje. ¿Cómo vivió usted trabajar en una serie con una producción tan potente?

Yo eso ya lo viví con mis dos largometrajes. En Rumbo, por ejemplo, salía Pilar López de Ayala, Carmen Machi, Héctor Alterio, Karra Elejalde… actores de primera línea. Y en Como sobrevivir a una despedida trabajé con Úrsula Corbero y Natalia Molina. Eras pelis con bastante peso de producción. La única diferencia es que HBO emite la serie por todo el mundo. Es muy gratificante que tu trabajo llegue a tantos lugares y se entienda. Al final te das cuenta de que una historia local es más universal de lo que creemos. De ahí, el mérito y el éxito de Almodóvar, porque ¡más local que su cine!; y, sin embargo, está recocido y valorado internacionalmente.

-¿En qué proyectos está embarcada actualmente?

Estoy acabando el guión para un tercer largometraje. Y luego tengo otro proyecto para televisión inminente con el que, como hemos hablado antes, me tengo que morder la lengua. Se sabrá pronto, pero tiene que lanzar la noticia la productora.

-Las plataformas están abriendo nuevas puertas para muchos profesionales… pero ¿qué cree que pasará con las salas de cine?

Las plataformas son positivas en cuanto que representan mucho más trabajo y son un escaparate a nivel mundial para nuestros proyectos. Estamos en una situación parecida a cuando se temía que el teatro pudiera desaparecer con el boom del cine, hace muchos años. Y el teatro no ha desaparecido. Yo quiero confiar en que las salas de cine van a sobrevivir y que van a ser compatibles con las plataformas. Los amantes del cine disfrutamos estando en una sala oscura donde poder tirarnos una hora y media viajando con unos personajes. En tu casa, por mucho que quieras, surgen interrupciones: ¡ay, que me ha entrado hambre! y vas a por el chocolate!; ¡ay, que me ha entrado un whatsapp!... No te metes al cien por cien en la historia como en una sala de cine. Ahora, es verdad que hay cines que están cerrando por la situación de la covid, por las reducciones de aforo, por el palo de meterse en una sala con gente… Está siendo un mal año para este negocio, como para otros muchos, pero yo confío en que no se pierda nunca, porque no hay nada tan mágico como ver una película en una sala de cine.

- ¿Cómo le ha afectado a usted la pandemia, en lo personal y en lo profesional?

Lo que peor lleva la gente que hemos tenido que irnos fuera es estar lejos de la familia cuando pasa algo así. Afortunadamente somos de una generación en la que existen las videollamadas, que te permiten ver la cara de tu madre aunque sea a través de una pantalla.

A nivel laboral, el encierro me pillo en casa. Estábamos terminando la serie que se estrenaba en julio. En vez de ir yo a la sala, me instalaron un ordenador gigante y altavoces para poder terminar de hacer la mezcla de sonido y lo que faltaba. Tuve que acabar la serie en casa. Después estuve en un proceso más de escritura, con lo cual he tenido la suerte de poder trabajar en casa, sin que me afectara demasiado.

- ¿Qué sueña con poder hacer cuando todo esto termine?

Viajar, estar con la familia, abrazar. Nosotros somos mucho de tocarnos; ves a la gente y te sale darle un abrazo, pero tienes que reprimirte… uff, deseando que pase esta pesadilla.

- ¿Veremos a Manuela Burló Moreno algún día rondando por Murcia?

No está nunca cerrado rodar en la Región, me encantaría. Creo que tenemos parajes preciosos, localizaciones, ciudades y pueblos maravillosos… No tengo ahora mismo una historia ubicada allí, pero me gustaría mucho.

- Habrá quien se fije en sus trabajos, en sus premios... y piense que si usted lo ha conseguido, también ellos pueden. ¿Cuál es el camino?

Yo les diría que hagan cosas, cortos, que rueden. Que aprovechen el escaparate maravilloso de internet para mostrar al mundo lo que hacen; da mucha visibilidad. La serie Por H o por B la he hecho basada en mi corto Pipas, que participó en el festival de cortometrajes en internet Notodofilmfest. He hecho seis cortometrajes que me han permitido viajar por todo el mundo, participando en muchos festivales de cortos, como este  maravilloso de Cartagena. Hay que hacer cosas, porque siempre es mejor un corto malo que uno dormido en el portátil. Nunca sabes quién los va a ver. A mí me ocurrió; mis cortometrajes fueron mi escaparate para dar el salto al largo. Hay que hacer, sin más pretensión que aprender y contar una historia, porque lo demás ya llega. Con que te guste a ti ya es bastante.

- Usted tampoco está muy pendiente de gustar a los demás, dice escribir más para usted...

Cuando se me ocurre una idea, me enamoro de ella, la intento llevar a cabo y luego da la casualidad de que hay gente con el mismo gusto que yo. Pienso que si existo yo, existirá más gente como yo. Al final, se trata de ser lo más fiel a ti mismo, porque es imposible tratar de contentar a todo el mundo.

- Además, reivindica la importancia del corto, que tanta importancia tiene en su trayectoria y por el que apuestan festivales como el FICC.

Ojalá pudiera vivir del corto, porque me apasiona. Me encantan las historias cortas. Sueño que algún día podamos estrenar y vivir de los cortometrajes. Las novelas y los libros de relatos se pagan igual. ¿Por qué no puede ocurrir lo mismo en el cine? Vivimos gracias a festivales como el de Cartagena, que fomentan y premian estos formatos. A mí me encantaría vivir del corto.

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