MURCIA. Imaginen la rabia que debe dar que uno escriba un libro que se titule Mamá tuvo un bebé fumador (con el antetítulo Shakespeare al atardecer) y que cuando busque en Google le salga un vídeo viral de una madre dando de fumar a su hijo. Esto es lo que le ha pasado al autor totanero Alberto Martínez Romero con su última publicación. Así que valga esta reseña para contribuir a que en futuras búsquedas quede constancia de que, además de ese horrible vídeo, hay un libro donde este escritor y ávido lector ha querido plasmar sus "episodios personales" (que no Nacionales), tirando de recuerdos y de humor.
"Me estoy muriendo y me da igual". Con esta frase se inicia un prólogo en el que Alberto Martínez deja constancia pormenorizada de su testamento (con nombres y cantidades de dinero). "Habré leído en mi ya larga existencia unos mil trescientos libros y en ninguno he encontrado, aunque eso no signifique nada, que alguien escriba un libro para ahorrarse la pasta que cuesta un notario", apunta.
Para empezar, Alberto Martínez Romero explica que ha escrito este libro -que se puede encontrar en la librería González Palencia de Murcia- para dar testimonio de Dios, ya que "hoy somos 'demasiado modernos' en este país , para creer en Él. En cualquier caso, que nadie se asusté; este no es un libro religioso. Solo la contraportada y un capítulo hablan de Dios". Añade que "al carecer de imaginación tengo que abordar asuntos personales. Este libro no es un libro de autoficción; es una autobiografía".
Asimismo, define Mamá tuvo un bebé fumador como un libro divertido, que en Totana, sobre la que tiene numerosas referencias, "está gustando". Así, en estas páginas, en autor aborda "esa carrera meteórica hacía el fracaso que ha sido mi vida afectiva. Hablo de mi infancia con añoranza o indago en mi tirria hacia los garitos del demonio donde todo el mundo se lo pasaba bien y que para mí eran un suplicio. Pero todo contado con humor. Digamos que escribo con gracia sobre asuntos que no la tienen. Bueno, algunos sí". Es también, indica, "un libro de ideas".
Como adelanto, esto es lo que se puede leer en la contraportada:
"¿Existo? ¿Quién soy yo?¿Y si existo por qué existo? ¿Por qué soy tan genial? ¿Por qué soy tan sentimental? ¿Por qué soy tan cínico? Ya lo era con pantalones cortos. ¿Quién me hizo así? ¿Por qué soy tan profundo? Soy un habitante de mi propia vida. Soy una contradicción elevada a la enésima potencia. Los espíritus más íntimos somos los más secretos. yo soy mi propio heterónimo, mi propia impostura, mi propio cautiverio. Soy un cigarro encendido que yo mismo fumo, pero en mi interior late algo eternamente inmarchitable. Yo soy Él. Soy Él. (...) Creedme, hay un bien ahí afuera. Un lugar sagrado para todos los dolores del mundo. ¿Quieres ser feliz? Shakespeare al atardecer, The Police de madrugada y Cristo siempre. Muera yo y que de mi corazón salgan palomas blancas".
Y así, "ocurre que a veces me siento feliz", escribe Alberto Martínez Romero.