MADRID (EP). Luis Rubiales presentará este viernes la dimisión como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), cargo al que accedió en mayo de 2018, tras la presión política, social y del mundo del deporte que ha recibido por su comportamiento tras la conquista del Mundial por la selección española femenina, informaron a EFE fuentes federativas.
El beso a la jugadora Jenni Hermoso, sin consentimiento, en la entrega de medallas tras la conquista del Mundial el pasado domingo en Sídney, sumado a los gestos y el comportamiento desde el palco de Rubiales, provocó la censura política, una serie de denuncias -hasta tres a la Fiscalía General del Estado-, y una serie de sucesos que se agravaron en las últimas horas.
La declaración de Jenni Hermoso pidiendo a través del sindicato FUTPRO "medidas ejemplares" contra el presidente y la falta del apoyo esperado en las territoriales antes de la Asamblea General Extraordinaria del viernes, han cambiado el paso de Luis Rubiales el jueves. Pese a que su idea no era dimitir, ha valorado que no le queda otra salida y lo comunicó durante la tarde a su equipo de confianza.
La petición de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, la unión de partidos políticos en la petición de dimisión, la denuncia de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (Liga F) ante el Consejo Superior de Deportes (CSD), solicitando la inhabilitación por su "bochornoso comportamiento" y el expediente abierto por FIFA a la par que perdía apoyos en el fútbol español, han dado forma a la decisión que Rubiales comunicará el viernes en la Asamblea.
El Gobierno, además, había prometido "actuar" si no se producían acontecimientos, a través del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, asegurando que "las cosas no pueden quedar así". Palabras que había adelantado en EFE el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, advirtiendo que el Consejo Superior de Deportes (CSD) actuaría ante las denuncias recibidas para tomar medidas. También la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, expresó su condena en los últimos días en redes sociales.
Se esperaba que fuera un 'abrazo' del mundo del fútbol a Rubiales, pero a horas de su celebración, a la RFEF no le consta que puedan llegar al quórum, con la presencia de 70 de los 140 asambleistas convocados entre miembros natos, el propio presidente, el secretario general Andreu Camps y presidentes de las Federaciones de ámbito autonómico, once clubes profesionales de Primera división que no acudirán, nueve de Segunda más 29 clubes de categorías inferiores del fútbol español, trece futbolistas profesionales, 18 no profesionales, 11 árbitros, 16 entrenadores, 12 representantes del fútbol sala.
El orden del día no presentaba la continuidad de Rubiales en sus seis puntos establecidos. La Asamblea arrancaba con la 'Constitución una vez verificado el quórum mínimo necesario", la 'Designación de los tres miembros de la Asamblea para verificar el acta', el 'Informe del Mundial Femenino 2023', la presentación de 'Nuevo plan estratégico del Fútbol Femenino', para cerrar con la 'Creación del Comité Estratégico de Desarrollo del Deporte Femenino' y un punto final de ruegos y preguntas.
De la misma manera que inició su andadura en unos años de crecimiento económico para la RFEF impulsado por Rubiales, con polémica por la destitución a puertas del estreno del Mundial 2018 en Rusia del por entonces seleccionador Julen Lopetegui, se cerrará su etapa con lo vivido en el Mundial femenino 2023 y unos actos como presidente de la Federación que han acabado provocando su dimisión.