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los propietarios ya tienen la licencia para rehabilitarla, pero no financiación

La lucha contra el tiempo de la Casa Palacio del Almirante Escaño en el corazón de Cartagena

7/01/2023 - 

CARTAGENA. En la calle Medieras de Cartagena, haciendo esquina con la del Escorial, se encuentra uno de los edificios de Cartagena más notables, no sólo por su importancia artística -con una mezcla de estilos que se fueron incorporando desde su construcción en el siglo XVIII-, sino también por sus connotaciones históricas, ya que allí nació en 1752 Antonio de Escaño y García de Cáceres, héroe de la Batalla de Trafalgar y único cartagenero enterrado en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando. Se trata de la Casa Palacio Almirante Escaño, un edificio en el corazón de la ciudad que no se puede apreciar en su magnificencia a no ser que se eleve la mirada (al encontrarse entre dos calles estrechas); no obstante, el escudo heráldico de la familia sobre el dintel de la portada barroca y una gran puerta de madera dan testimonio de la relevancia del inmueble. 

Si por casualidad la puerta se encontrara abierta, no puede dejar de impactar lo que antaño fue un lujoso vestíbulo -decorado con yesos, escayolas, pinturas murales y artesonado de madera- sumido en un estado ruinoso; siendo esta la antesala de una serie de problemas del edificio en los que hay que intervenir. La cuestión es que la licencia para ejecutar el proyecto de rehabilitación -que hace tiempo elaboró el arquitecto cartagenero Andrés Buyo- ha tardado en tramitarse tres años; un retraso que ha provocado que se haya perdido una ayuda de más de cien mil euros que se concedió para este fin. Así que la situación es que la Casa del Almirante Escaño ya tiene licencia para ejecutar las obras, pero no cuenta con financiación para ello.

"No habrá una gran reforma, pero la iremos acometiendo poco a poco, como podamos, ya que tendrá que ser costeada por los propietarios". Así se lo explica a Murcia Plaza Pedro García, director de Anse (Asociación de Naturalistas del Sureste), que desde hace un par de meses ha vuelto a abrir en este céntrico edificio su oficina en Cartagena -en un piso del que disponen desde hace veinte años, aunque llevaba tiempo cerrado-, con previsión de ampliación, ya que también pondrán en marcha un espacio abierto al público en uno de lo bajos comerciales del inmueble, donde se encontraba la cafetería El Lingote.

El dirigente de Anse -quien señala que el edificio solo se encuentra ocupado en un 50%, por varias familias y tres oficinas- apunta que el retraso en la tramitación de la licencia se debe a la burocracia y falta de agilidad de las administraciones, que en el caso de este inmueble les ha llevado a perder una ayuda de la CARM al no poder ejecutarse en el plazo previsto. Y, de momento, según cuenta, no hay otra convocatoria a la que puedan acogerse. El 'escollo' principal fue que en el proyecto original se contempló la instalación de un ascensor de cristal -"como se puede encontrar en otros muchos edificios de estas características"-, que finalmente se ha retirado.

En todo este tiempo, los propietarios han llevado a cabo 'obras de emergencia' (este verano se actuó en el lucernario por el que se filtraba agua a los pisos), aunque Pedro García asegura que quedan las más importantes para solucionar algunos problemas estructurales, así como para restaurar el que fuera el magnífico vestíbulo, que es además la carta de presentación del palacete, y algunos miradores y elementos de la fachada. Para restaurar la escalera ya han pedido un presupuesto.  

En el que fuera el palacio de la familia Escaño se pueden encontrar elementos característicos del barroco, neo-renacimiento, modernismo y ecléctico (mezcla de estilos y modos), fruto de las distintas reformas acontecidas durante su historia. En el edificio, que consta de 4 plantas, destacan los miradores típicos de Cartagena y la gran portada barroca. El interior también contaban con numerosos elementos decorativos, que en algunos casos se han conservado bien por los propios propietarios, aunque los pisos desocupados han sufrido el paso del tiempo y las filtraciones de agua.

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