MADRID. (EP) Los principales apoyos parlamentarios del Gobierno, incluyendo a ERC, PNV, Bildu, Mas País y Compromís, han acusado al presidente Pedro Sánchez de haber dejado abandonado al pueblo saharaui con sus cambios de posición sobre el Sáhara y su apuesta por el plan de autonomía diseñado por Marruecos, y todo ello, le reprochan, sin que se sepa a cambio de qué y sin garantías de que Rabat cumpla, ya que la mayoría considera un "tirano" al rey Mohamed VI.
Tras escuchar las explicaciones de Sánchez en el Pleno del Congreso, el portavoz de Esquerra (ERC), Gabrel Rufián, ha dicho no entender que "el Gobierno defienda el derecho del pueblo ucraniano a existir frente a Rusia, pero no el del pueblo saharaui ante Marruecos". "¿Por qué se envían tanques a un tirano como Putin y en cambio de envían cartas a otro tirano como Mohamed VI?", le ha preguntado.
A su juicio, el Gobierno ha optado por "canjear principios por más control de la inmigración en Ceuta y Melilla" para que "cuando el hambre y la desesperación se encarame en las vallas, puedan repartirse las porras con la gendarmería marroquí".
El nacionalista vasco Aitor Esteban se ha quejado de que el Gobierno "lisa y llanamente" se haya "alineado con Marruecos por intereses coyunturales" y por la presión de Estados Unidos, y encima sin "garantías" suficientes de Rabat.
En su opinión, "una política exterior tiene que tener algo de alma" y "no basta" con prometer ayuda humanitaria. "El Sáhara también es memoria histórica y España tiene unas responsabilidades. Si hablamos de memoria, hablemos de todo --ha añadido--. No nos podemos escaquear por un interés coyuntural, que además no tiene garantía".
La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha lamentado que el Gobierno se alinee con Estados Unidos e Israel dando "carta de naturaleza a la ocupación" del Sáhara por parte de Marruecos y ha exigido a Sánchez que rectifique esa posición, a la vez que ha alertado de las consecuencias de "poner en jaque" a Argelia, principal suministrador de gas natural. "No parece lo más sensato", ha resumido.
Íñigo Errejón, portavoz de Más País, ha acusado a Sánchez de "dar la espalda al pueblo saharaui", pero aún no se saben los motivos y, en todo caso, está convencido de que el Gobierno "no pondría la mano en el fuego" para garantizar que Marruecos cumpla lo prometido.
Por Compromís, Joan Baldoví ha recordado que cuando estuvo en el Sáhara vio "represión", "recursos naturales esquilmados" y personas "con DNI español" que seguro que ahora "no entienden este cambio de posición". Su apuesta sigue siendo volver a las resoluciones de la ONU que hablan del derecho de autodeterminación, una posición que, según ha apuntado el diputado del BNG, Néstor Rego, también es "absolutamente mayoritaria" en Galicia.
Pedro Quevedo, de Nueva Canarias (NC), socio del PSOE en el archipiélago y aliado en el Congreso, ha expresado "el rechazo más absoluto" por este cambio de posición, que considera una "agresión sin precedentes a los legítimos derechos del pueblo saharaui".
Según ha dicho, España ha claudicado ante el "chantaje permanente" de Marruecos con la inmigración, pero ha avisado de que el país magrebí "no es fiable" y que Canarias, como lo demuestran las resoluciones que aprueba su parlamento, "nunca aceptará la sumisión a las pretensiones ilegales de Marruecos", ni va a renunciar al derecho a la libre determinación, que incluye la opción de constituir una república saharaui si así lo deciden.
También desde Canarias, la diputada Ana Oramas (CC) ha comentado que el cambio de posición supone una "muestra de debilidad" ante Marruecos y "quien cede una vez, cede siempre". "Lo peor que se puede decir de una persona es que no es de fiar, y usted, con sus bandazos, nos ha demostrado que no es de fiar --ha proclamado, recordando también las ayudas pendientes a La Palma--. Ya se han dado cuenta hasta sus socios".
Para Miriam Nogueras, de Junts, España ha "repetido la traición" de los años setenta, ignorando que sigue siendo "la potencia administradora del Sáhara y que tiene una "obligación jurídica y política con el pueblo saharui".
También Ferran Bel, portavoz del PDeCAT en el Congreso, ha subrayado la soledad del PSOE en este asunto y ha emplazado a Sánchez aclarar si sigue defendiendo la autodeterminación del pueblo saharaui.
Por Navarra Suma, Carlos García Adanero, uno de los dos diputados expulsados de UPN por negarse a apoyar la reforma laboral, ha comentado que no le ha sorprendido el cambio de posición de Sánchez, pues considera que el líder del PSOE siempre ha hecho "lo contrario de lo que decía", pero lamenta que en este tema se añada el hecho de haber "despreciado y humillado" al pueblo saharaui.
Las críticas han llegado también de la mano de Tomás Guitarte, de Teruel Existe, quien considera que este asunto va a tener consecuencias y debía haberse debatido en el Parlamento antes de cambiar de posición, y de José María Mazón, del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), quien critica la unilateralidad del giro y alerta de posibles represalias de Argelia. "El presidente ha reclamado unidad, pero algo muy grave ha ocurrido cuando ha tenido tanta unidad en su contra", ha resumido.