Las fuertes salidas de los mercados de renta variable han intensificado los temores de un duro aterrizaje económico, tal y como explica la estratega
MADRID. Hemos analizado más de 100 años de datos para intentar predecir qué podrían indicar los graves movimientos del mercado de estas semanas para la economía. Tras alcanzar un máximo histórico a principios de año, el S&P 500 se hundió en territorio bajista la semana pasada. Como regla general, se habla de mercado bajista cuando se produce una caída continua del 20% o superior en el mercado de valores desde los niveles máximos.
Con los bancos centrales de todo el mundo subiendo los tipos de interés para hacer frente a la elevada inflación, los inversores ya están preocupados por los riesgos de recesión. Normalmente, el endurecimiento de la política monetaria ha desencadenado recesiones económicas.
La Reserva Federal subió los tipos de interés un 0,75% más el miércoles pasado (el mayor movimiento desde 1994), encabezando una ronda de subidas de los bancos centrales de todo el mundo, como el Banco Nacional Suizo, que subió un 0,5%, y el Banco de Inglaterra, que subió otro 0,25% en la misma semana.
Las fuertes salidas de los mercados de renta variable en el período previo y posterior a estos anuncios han intensificado los temores de un duro aterrizaje económico. En el pasado, una reacción tan negativa de los mercados ha predicho muchas veces la llegada de una recesión, pero no siempre (véase la imagen anterior).
Aunque actualmente no prevemos una recesión en Estados Unidos, los riesgos se inclinan hacia una. Las recesiones no siguen necesariamente a un mercado bajista, aunque las probabilidades no son favorables si se mira la historia. Desde el año 1900, la economía estadounidense sólo ha conseguido evitar una recesión el 30% de las veces que se ha producido un mercado bajista. Estos periodos también han durado menos, por lo general, con pérdidas menos severas en comparación con los episodios de territorio bajista con recesiones.
Por ejemplo, el S&P 500 cayó más de un 20% durante el 'Lunes Negro' de octubre de 1987, pero la economía no experimentó una recesión. Se culpó en gran medida a los modelos de trading automático del desplome del mercado de acciones. De cara al futuro, cuanto más duren las ventas y más profunda sea la caída de los precios, especialmente en un contexto en el que la Reserva Federal está subiendo los tipos de interés, mayor será el riesgo de que se produzca una recesión.
Tina Fong es estratega de Schroders
Se trata de una decisión crítica para los planes de inversión a largo plazo, que afecta tanto a la renta variable como a la renta fija