Votantes en el colegio electoral de Los Urrutias. Foto: ABEL F. ROSCARTAGENA. Los votantes de Cartagena y zona del Mar Menor -San Javier y Los Alcázares- han castigado a PP y PSOE y aupado a Vox en las elecciones generales. Los habitantes de la zona más azotada por los temporales del pasado mes de septiembre han variado de forma ostensible su opinión respecto de las últimas elecciones generales del pasado mes de abril.
De esta forma, Cartagena, en la que el PSOE fue la lista más votada en aquel momento con el 23,2% de los votos, se ha caído (22,68%-22.730) de forma drástica a la tercera posición -ha perdido más de cuatro mil votantes- y aunque mantiene la misma proporcionalidad, quien le supera como un auténtico cohete es la formación liderada por Santiago Abascal, que pasa del cuarto al primer puesto de forma meteórica. Sus cifras sorprenden a todos, pues Vox supera tres escalones para con un 31.1% de los votos se convierte en gran vencedor en Cartagena (sube cerca de ocho mil votos respecto a abril con 31.162 votos). El Partido Popular escala a la segunda posición en la ciudad portuaria (23.06%) y 23.110 votantes. El gran batacazo, en sintonía con lo que ha sucedido en todo el país, se lo lleva Ciudadanos (8.24%) y 8.260 votantes, que ha pasado de la segunda posición a una discretísima quinta plaza.
En Los Alcázares, donde en abril se impuso el PSOE, mantiene su posición (30,85%) con 1.596 votos -más que en abril-, aunque, como sucede en una buena parte de municipios de la Región, ha visto como Vox se le ha puesto muy cerca, pasando del cuarto al segundo puesto y poco menos de 200 votos de distancia con los socialistas (27,08%). El Partido Popular, antes segundo, cae al tercer lugar (21,63%), mientras que Podemos escala de la quinta posición a la cuarta (9.22%). Otra vez el partido de Rivera, Ciudadanos (6,55%), sufre también en el Mar Menor y pasa a ser un mínimo reducto como quinta fuerza más votada.
La abstención alcanzó los 2.868 votos (36,98 por ciento), frente al 29,52 por ciento del 28A y los votos nulos han sido 57, un porcentaje inferior que en las últimas elecciones, mientras que los votos en blanco llegaron a 28.
En San Javier, feudo del Partido Popular y lugar en el que se impusieron en las Generales de abril, Vox es la lista más votada, con el 31,66% de los votos, por delante de los populares 26,65%, mientras que PSOE acaba en el mismo lugar que en abril, el tercer partido más votado (19,71%). Podemos supera ampliamente a Ciudadanos, en otra población donde se cae.
Por último, en San Pedro del Pinatar, donde el Partido Popular fue la lista más votada en abril, es un calco a lo que ha sucedido en San Javier. Vox supera con holgura a los demás con un 33,93% de los votos (3.352), por delante de los populares con un 27.64% (2.730 votos), mientras que PSOE se ha mantenido en esta discreta tercera posición 19.84% (1.960 votos) y Ciudadanos 6.77% (669 votos) es, de nuevo, superado por Unidas Podemos (8.22%-812 votos), ahora la cuarta fuerza más votada.
Los ánimos estaban como el día en la zona costera del Mar Menor. La incomodidad del viento también se percibía entre los votantes que se acercaron a sus respectivos colegios electorales. Los Alcázares ha sido una de las zonas más castigadas en los dos últimos meses, fruto del temporal que devastó la población, dejando a cientos de familias en la calle. Ahora, el pueblo y sus habitantes tratan de levantarse con la esperanza de que el viento cambie de rumbo y empuje, por una vez, a su favor.
Jesús, uno de los veteranos que acudía entre los primeros al IES Antonio Menárquez Costa, a votar ayer salía de su colegio electoral empujando la silla de ruedas de su mujer. Para este vecino de Los Alcázares se ha pensado más en lo material que en las personas. “Todo el mundo se preocupa de ciertas cosas, pero de las personas nadie se ha preocupado. Eso me causa impotencia, señalaba mientras enfilaba el camino a casa tras depositar su voto en la urna”. Antonio en el mismo colegio electoral, apostillaba que “había que venir a votar porque si todo sigue igual, esto va a ser muy jodido. El problema que tenemos en Los Alcázares es muy grande y el que llegue al poder tiene que empezar a poner soluciones sobre la mesa”, apostillaba su mujer.
Francisco y Mase abordan una situación un poco más peliaguda, aunque aquí, en esta zona de la costa del Mar Menor, es más habitual de lo que nos podamos pensar. Explicaban, tras poner su papeleta en la urna, haberlo perdido todo tras el paso de la DANA -casa, muebles y esperanza-, por lo que decían verlo todo con “tristeza”. “A ver si de una vez se pudiera poner un poco de luz a lo que sucede en Los Alcázares con las infraestructuras. Los que ganen tienen que apoyarnos. Hemos padecido dos veces inundaciones en tres años y como no se arregle cuanto antes, Los Alcázares se va a convertir en un pueblo fantasma. Si tenemos que venir una tercera vez a votar, el pueblo no lo va a soportar. Solo espero que el gobierno regional y el local pongan las soluciones oportunas y piensen que los ciudadanos de Los Alcázares no quieren repetir este drama”, dijo Francisco.
Los jóvenes Marta y Diego añadían salían con cierta dosis de positividad. Creen que se puede y se debe revertir la situación, o al menos así lo perciben. “No nos sentimos desengañados”, admitían. “El alcalde de la localidad se ha preocupado mucho por la gente y estamos muy contentos con él. Nuestros votos deben servir para que los políticos se den cuenta de que hay que tomar soluciones ya”.
Mientras tanto unos cientos de metros dirección a Los Narejos, en el CEIP Petra Sánchez Rollán, Pedro prefiere pensar que tras estos últimos comicios todos van a poner “un poco de cordura y coherencia, que nos hace falta sobre todo en el Mar Menor. Aquí nos hemos sentido desamparados, porque hemos sido el vertedero de toda la zona y necesitamos que todas las administraciones nos ayuden. En 2016 fue grave pero ahora ha sido mucho más fuerte”.
Alfredo, por su parte, lo tenía muy claro tras salir del colegio electoral. “Tenemos esperanza de que cambie, aunque lo vemos difícil porque llevamos 20 años de gobierno del Partido Popular que se ha caracterizado por mirar a otro lado en los temas medioambientales. El Mar Menor nos ha dado un aviso y ahora es cuando se han puesto las pilas los políticos. Guardamos un mínimo optimismo, aunque está claro que con el Partido Popular no será posible”. Eva, su pareja, no quiso dejar pasar la oportunidad para apuntillar que “no toda la responsabilidad de lo que sucede en nuestra zona la tiene el gobierno, pero la fuerza la tiene la sociedad. Si dejamos de comprar viviendas de nueva obra, o empezamos a consumir productos ecológicos, a lo mejor los políticos despiertan, pero hasta que el ciudadano de la calle no se empodere creo que vamos a vivir algo similar. La sociedad suele reaccionar tarde, seguimos en la comodidad”.
Mientras tanto, en la diputación cartagenera de Los Urrutias su local social aguardaba a los vecinos de la localidad, pero también de otras zonas cercanas, como Punta Brava o El Carmolí. Gabriel espera que las elecciones sirvan para “revertir la situación. Vivo aquí toda la vida y no había visto nunca el Mar Menor así. Todos los gobiernos que han pasado hasta ahora han escurrido el bulto, han mirado hacia otro lado y le han pasado el problema al siguiente. Es algo frustrante para nosotros que lo hemos vivido en primera persona”.
Santiago, un santanderino que vive 25 años en esta zona, dijo que prefiere “la esperanza que no la frustración”. “Tenemos antecedentes desde hace muchos años que están los mismos. Vivo en Los Urrutias y se ha ido degradando de tal manera que les ha dejado. Quizá porque les ha interesado más la construcción al borde de la playa, los vertidos de las desaladoras, los cultivos intensivos. Ahora, el mismo pescado les ha forzado para hacer algo”.
